Lionel Scaloni fue el hombre elegido para romper el maleficio que tenía la selección argentina mayor. Después de 28 años de sequía, de aquella Copa América del 93 en Ecuador, la Albiceleste volvió a consagrarse. Y lo hizo con una versión fantástica de Lionel Messi. Lo hizo gracias a la seguridad de Emiliano Martínez en el arco, al enorme presente de Rodrigo de Paul y a la revancha en el campo de juego de Ángel Di María, el jugador que anotó el único gol de la final ante Brasil.
Una vez que terminó el encuentro en el mítico Maracaná, el DT argentino dio sus primeras sensaciones tras su primer título como entrenador. “Es una Copa América diferente y difícil, muy difícil. Ganar un partido con cualquier selección es complicado, en cualquier situación. Yo estoy convencido del que hubiera estado en mi posición hubiera hecho lo mismo. Hay jugadores jóvenes que tenían que tener la posibilidad. Estos jugadores dejan todo, dan lo máximo. Estuve en otras camadas como jugador y siempre sentí lo mismo. Nunca dar una pelota por perdida. La suerte era esquiva”, confesó Scaloni.
Acto seguido, el entrenador tuvo unas palabras para su familia, en especial para su mamá, que está atravesando un pasaje complicado. “Dedicarle el triunfo de la copa a mi vieja, que hace unos días tuvo un momento bastante grave y ahora la está peleando”, expresó en TyC Sports.
Y siguió: “A mi pueblo, a Pujato. Y a todos los que quisieron ganarle y no pudieron. Dejaron un gran legado. Cuando todos tiramos para adelante, es difícil que no te vaya bien. Cuando se alinean todo, podemos hacer grandes cosas. Me llena de orgullo”.
Por otra parte, dio detalles de cómo encaró el trabajo con el equipo en relación a la confirmación del plantel y la rotación de los futbolistas. “Si logramos algo, es dándole naturalidad. Es un campeonato difícil, son todos difíciles. Te vas a encontrar con muchos obstáculos y no tiene que ser excusa para que no te vaya bien. Transparencia, sale uno, entra el otro”.
Además, el entrenador fue franco cuando le consultaron si había pensado en festejar un campeonato con el buzo de DT de Argentina. “Nunca lo soñé. Desde el momento que quise ser entrenador, era mi pasión. Lo siento natural. Es un título grandísimo, para nuestro país. Nuestra gente. La que sufre por nosotros. En la charla le decía a los chicos que la vida como DT no me iba a cambiar, pero a ellos, sí”.
Para cerrar, después que todo el plantel lo hizo volar por el aire en los festejos, le dejó un mensaje a todos los argentinos que están celebrando en todo el país. “Disfruten. Que es parte de ellos. Son incondicionales de la Selección. Se sentían identificados con este equipo porque en ningún momento se daban por vencidos. En ningún momento bajar los brazos”.
“Hay una manera de entender a jugar con esta camiseta. Nos faltan cosas importantes por jugar y ojalá podamos clasificar al Mundial”, concluyó.
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