Frases como “tantas veces te pedí una, desgraciado”, “¿Qué está pasando Doctor García?”, “¡Ah no bueno!”, entre otras más son producto de las ingeniosas narraciones de Christian Martinoli al frente de distintos partidos de fútbol. Su estilo lo convirtió en uno de los referentes modernos de la crónica deportiva.
A pesar de que actualmente se mantiene como uno de los grandes comentaristas deportivos que siguen las nuevas generaciones de fanáticos del fútbol, al principio de su carrera su estilo y voz fueron criticados pues incomodó a quien en su momento fue su jefe de deportes, se trata de José Ramón Fernández. Martinoli inició en la televisora de Ajusco a finales de la década de los noventas, tras diferentes proyectos y programas juveniles se colocó en las narraciones.
El propio Martinoli detalló que su estilo fue juzgado por José Ramón Fernández y que incluso le trajo regaños por el experimentado periodista. En entrevista con Javier Alarcón para su programa canal de YouTube Entre camaradas, el periodista de Azteca Deportes contó cuál fue la reacción de Joserra al escucharlo narrar.
Detalló que anteriormente la empresa tenía mayor cobertura de equipos de la Liga MX, por lo que el equipo de narradores era mayor. Su primera narración con TV Azteca fue en un partido de Zacatepec. Con la llegada de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, el equipo de comentaristas se tuvo que dividir pues la liga mexicana continuaría a pesar de la justa olímpica.
José Ramón organizó la estrategia de cobertura y se llevó a Sídney a Antonio Moreno, Ciro Procuna, Francisco Javier González, Emilio Fernando Alonso. Dejó en el país a Alberto Fabris del Toro, Adán Vega Barajas, Francisco González y a Martinoli, fue la primera vez que le dieron la narración de equipos de la primera división, por lo que empezó a demostrar su estilo.
Empezó por narrar sus primeros partidos y uno de sus colegas, Rafa Puente, le hizo unas observaciones que más tarde le traerían conflictos con Joserra. Le confesó que le gustó su ritmo de narración y las ideas que desarrollaba frente al micrófono, por lo que Martinoli se sintió en confianza y agarró mayor fuerza en cada nueva narración que hacía.
Cuando el equipo de Sídney 2000 volvió y hubo algunas bajas en el equipo de cronistas por salir del canal, José Ramón confió en Christian y lo empezó a programar en partidos de magnitud, como de la selección mexicana, pero al estar presente en las transmisiones notó algunos detalles que no eran del agrado su agrado y tuvo que hablar con Martinoli.
Al compartir micrófonos en el Estadio Azul, Fernández lo regañó por su volumen de voz pues sentía que Martinoli “gritaba”.
“Me acuerdo perfecto, José Ramón me decía en el Azul: ‘no grites tanto, no grites, no grites’, entonces no sabía que hacer”
Aquellos comentarios incomodaron al periodista, pues a pesar de que desempeñaba un trabajo que era admirado por los experimentados narradores, lo confundía que lo programaran para narrar y que al mismo tiempo criticaran su estilo.
“Yo a veces decía: ‘¿para qué me trae si no le gusta?’. Y otra vez me decía: ‘ya cabr*** estás gritando mucho, entiéndelo’, y yo le respondía ‘señor, entonces ¿Qué hago?’. Y Emilio me decía que siguiera”
Uno de los maestros de Martinoli fue Emilio Fernando Alonso ya que lo alentó a encontrar su estilo y lo defendió ante Fernández. Poco a poco, el actual comentarista de ESPN dejó de lado las críticas y aceptó el estilo de Christian Martinoli hasta que se convirtió en la figura que es hoy en día.
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