Jonas Eriksson fue uno de los mejores árbitros del planeta, a tal punto que en 2016 dirigió la final de la Europa League y además estuvo en duelos claves del Mundial 2014 y de la Eurocopa 2012. En 2018, luego de una intachable carrera, se retiró del referato y hace unos días publicó una extensa carta denunciando irregularidades en la UEFA.
En el marco de la Euro 2020, el sueco de 47 años apuntó contra el organismo que rige el fútbol en el Viejo Continente y cuestionó sus elecciones al momento de designar a los árbitros para los duelos de semifinales del certamen. En este sentido, remarcó que esto no es algo nuevo y que por lo tanto no le sorprende que los mejores no sean elegidos para los partidos más importantes.
“Hace cinco años que arbitré la última semifinales de la Eurocopa entre Portugal y Gales. Aunque estaba feliz y orgulloso cuando empezó el partido, hubo una profunda decepción para mí y mis compañeros. ¿Por qué no se nos permitió pitar la final? La gente suele preguntar cómo seleccionan para los partidos decisivos, si es por logros, cómo se clasifica a los árbitros, si es para el que menos errores comete o quién es el encargado de hacer la evaluación... La verdad es que un tema oscuro”.
En el posteo que publicó en su cuenta de Instagram, Eriksson sostuvo: “Un mundo sucio, político y falso donde la amistad, la corrupción, la lealtad y la nacionalidad juegan un gran papel. Ese fútbol que habla de un juego limpio y de respeto, donde el reglamento es el mismo para todos, donde los cuatro mejores equipos, los que han ganado más partidos, juegan las semifinales en Londres. Pero cuando se trata de arbitraje, todo pasa en salas cerradas, con agendas políticas y con todo menos lo mejor del fútbol en mente”.
De esta manera, quiso dejar en claro que los árbitros de las instancias decisivas no siempre son los mejores del torneo, sino que llegan a ese partido por una decisión que nada tiene que ver con lo deportivo. Por ejemplo, para las semifinales de esta Eurocopa fueron elegidos el alemán Felix Brych y el neerlandés Danny Makkelie, aunque, según su opinión, el mejor ha sido el turco Cuneyt Cakir. “Esta vez, el mejor árbitro del torneo, sin un solo error claro, ya ha sido enviado a casa. La decisión fue tomada por los altos cargos de la UEFA y no tiene nada que ver con sus actuaciones durante la Eurocopa. Otros árbitros, a veces sin saberlo ellos mismos, tienen los contactos adecuados, mejor respaldo político o provienen de países importantes, arbitran más allá”, insistió.
El sueco, que repitió esta postura ante los micrófonos del sitio SVT Sport, aclaró que con estas palabras no quiso criticar a sus ex colegas, sino que acusó directamente a los dirigentes de la UEFA: “Lo que todos deberían saber, sin embargo, es que es un mundo podrido con una cultura lejos de ser buena. Yo, con perspectiva, puedo decir que estoy muy feliz de haber dejado de pitar hace tres años”.
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