Italia avanzó a la final de la Eurocopa 2021 tras vencer 4-2 por penales a España, luego de empatar 1 a 1 en Londres, Inglaterra. Federico Chiesa abrió la cuenta para la Azzurra a los 15m del segundo tiempo y lo empató Álvaro Morata a los 34m. En los penales fallaron los dos mejores jugadores españoles: Dani Olmo, que la tiró por arriba del travesaño, y el propio Morata, cuyo remate fue atajado por Gianluigi Donnarumma. El partido se jugó en el legendario estadio de Wembley, en Londres, y contó con el arbitraje del alemán Félix Brych.
Fue el segundo encuentro con prórroga para la Azzurra, tras el 2-1 a Austria en octavos de final, y el primero que definió por penales; mientras que para España se trató del tercer duelo consecutivo con tiempo extra (Croacia en octavos de final y Suiza en cuartos) y el segundo seguido en el que debe resolver el resultado desde los 12 pasos.
De esta modo, Italia definirá el certamen ante el ganador de Inglaterra-Dinamarca, que se enfrentarán este miércoles en el mismo escenario.
Esta clasificación confirma la resurrección de Italia luego de quedar fuera del Mundial de Rusia 2018 por primera vez en 60 años. Esa histórica derrota ante Suecia el 13 de noviembre de 2017 provocó un cimbronazo y fue el inicio de una crisis que rápidamente pudo dejar en el pasado. De la mano de Roberto Mancini, quien le devolvió una identidad al equipo que pese a no haber clasificado a la Copa del Mundo, llevaba solo dos partidos perdidos en tres años.
Así afrontó el sueño de la Eurocopa con el objetivo máximo de sanar esa gran herida. Y tuvo su revancha al alcanzar el partido definitorio que se jugará este domingo y al que llegará con una impresionante marca de 33 partidos sin derrotas.
Será la cuarta final de Eurocopa que disputará Italia. La primera fue en su casa en 1968, cuando se quedó con el único trofeo que posee tras vencer a Yugoslavia por 2-0. Luego, perdió ante Francia por 2-1 en la edición del 2000 que se disputó en Bélgica y Holanda. Mientras que la última definición de la Euro fue en el 2012, también con derrota ante España por 4-0 en la sede de Ucrania y Polonia.
Italia tuvo un andar muy auspicioso en el presente certamen. Formó parte del Grupo A y se despachó con tres triunfos en fila (3-0 a Turquía y a Suiza y 1-0 a Gales). Con puntaje perfecto, siete goles a favor y ninguno en contra, la Azzurra sacó boletos a los octavos de final y se empezaba a probar el traje de candidata. El primer duelo de los denominados ‘mata-mata’ fue con victoria 2-1 sobre Austria en tiempo suplementario. Y luego llegó Bélgica, al que derrotó por 2-1 para alcanzar esta semifinal ante España, que también venía como serio favorito.
Italia se recuperó de un inicio dubitativo, en el que fue superado por los españoles, y a partir de la primera media hora de juego la presión ejercida en la salida del rival surtió efecto. Emerson avisó con un remate que rozó el travesaño. El equipo extrañó demasiado Spinazzola, quien lograba la salida permanente, pero una rotura en el tendón de Aquiles en la victoria sobre Bélgica lo marginó del certamen.
La Azzurra pudo hacerse fuerte y a través de un tiro preciso de Chiesa se puso en ventaja. Salvo una llegada de Oyarzábal que no alcanzó a cabecear solo frente al arquero, Italia parecía tener el partido bajo control y creó algunas aproximaciones bien resueltas por Simón. Pero cuando faltaban poco más de diez minutos el ingresado Morata armó una pared sensacional con Olmo, entró el área entre los defensores italianos y puso el 1 a 1. Después llegó el alargue.
Aunque España volvió a ser superior en los 30 minutos suplementarios, no le alcanzó con el partido extraordinario de Dani Olmo para sacar diferencia. Italia, lejos del equipo dominador que brilló en los partidos anteriores, se refugió cerca de su arco y buscó sacar alguna contra, pero tampoco pudo quebrar la igualdad. Sin embargo, en los penales fue más preciso la Azzurra, que festejó y ya piensa en el domingo.
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