Luego de la temprana eliminación de Los Angeles Lakers de los playoffs de la NBA, LeBron James no se separa de las canchas de básquet mientras sigue con sus vacaciones que ya llevan varias semanas. El alero renunció a disputar los Juegos Olímpicos de Tokio con el equipo de su país y disfrutó de las actuaciones de su hijo, Bronny James, en un evento de tres días llamado “The Battle: Summer Showcase”, con equipos y prospectos de alto nivel del medio oeste.
Hoy se conocieron imágenes donde la figura de los Lakers increpó al relator del partido del sábado, quien había dicho que a Bronny, “solo le pitaban las faltas por ser quien era”, deslizando que tenía trato preferencial por parte de los árbitros. Como era de esperar, el comentario no cayó nada bien en El Rey, que saltó el cordón policial para ingresar en la cancha y hablar con el speaker.
LeBron se levantó del asiento y, acompañado de la policía por precaución, fue a confrontarse con el relator. “Tranquilo, LeBron, tranquilo”, repitió el conductor del evento, algo que se puedo escuchar en todo el estadio. Después de unos segundos de conversación, James volvió a su asiento acompañado por la Policía y el partido se reanudó.
El incidente no dio para más y James se quedó tranquilo y continuó alentando a su primogénito, aunque la acción fue filmada y se volvió viral en las redes sociales. Lo cierto es que el jugador de los Lakers consideró el comentario del narrador como una falta de respeto y no dudó en dejarlo en evidencia ante todos.
El partido se jugó en la casa de James, en Akron (Ohio), la misma cancha donde LeBron empezó a generar su rico camino en el básquet.
No es la primera vez que James se muestra preocupado por la competitividad de su hijo Bronny. El alero siempre estuvo muy encima de su hijo mayor, al que muchos apuntan en la NBA a corto plazo. Antes y durante los encuentros se lo pudo ver dando consejos a Bronny sobre jugadas y movimientos para marcar la diferencia con los rivales.
Bronny, de 16 años, de chico practicó varios deportes entre ellos el fútbol, que fue una alternativa al básquet ya que su padre no quiso que hiciera fútbol americano o hockey sobre hielo, para preservar su integridad física. Optó por seguir el camino de LeBron y en honor a él usa el número 23 en su camiseta.
Mide 1,93 metros y juega como base en la Syerra Canyon School en Chatsworth, un conjunto de Los Ángeles. Se destaca por sus tiros suaves, es un experto pasador y posee un gran manejo de la pelota. Aunque lleva un apellido fuerte y desde sus inicios convive con la presión de ser el hijo de una de las máximas figuras de la NBA.
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