Cuando terminó el partido, debió enfrentar a los micrófonos por ser la gran figura del duelo ante Ecuador por los cuartos de final de la Copa América. Lionel Messi, con dos asistencias y un golazo, fue el máximo protagonista de la selección argentina en Goiania. Lejos de elogiar su actuación, decidió recordar el esfuerzo que están haciendo él y todos sus compañeros para no romper la burbuja sanitaria. Minutos después de ese mensaje, se comunicó con los suyos.
Antonela Roccuzzo, su esposa, compartió en las Stories de Instagram la videollamada que Leo les hizo desde el vestuario. Pasados 11 minutos de la medianoche, a menos de un cuarto de hora de alcanzar el boleto a semifinales del torneo, Messi tomó el teléfono y se comunicó con su familia. Un Leo sonriente hizo una videollamada para compartir la alegría con su pareja y sus hijos Thiago, Mateo y Ciro.
Anto también había publicado una foto de los tres niños con distintas camisetas de la selección argentina y celebrando la victoria del equipo que comandó su padre. “Vamos Argentina, te amamos papi”, firmó en ese perfil que cuenta con más de 13 millones de seguidores.
“Siempre digo que los récords individuales son secundarios. Estamos acá por otra cosa. Quiero felicitar al grupo por el trabajo que está haciendo. Hace mucho que estamos lejos de la familia. Somos la única selección que en ningún momento rompió la burbuja y tenemos un objetivo. Pelearemos por ello”, recordó Messi en la entrevista que hizo en la cancha cuando le preguntaron por la marca histórica de Pelé que está a punto de romper para convertirse en el máximo goleador sudamericano. El mensaje del capitán estaba dirigido a que la burbuja de la Albiceleste se inició a fines de mayo porque el equipo tuvo que disputar antes de la Copa América dos fechas de Eliminatorias.
Otro de los videos que se viralizó fue el que compartió Nicolás Otamendi en sus Stories mostrando la intimidad del vestuario Estadio Olímpico Pedro Ludovico Teixeira de Goiania. El defensor enfocó a Messi, quien no dudó en cerró su puño para festejar ante la cámara del marcador central que fue titular ante Ecuador.
En la euforia por la victoria, hubo una escena singular entre Messi y Marito, el histórico utilero de Argentina, el mismo que fue protagonista de los disparatados regalos que le hicieron a Leo en su cumpleaños: lo abrazó con tanta fuerza que lo golpeó en el rostro y casi lo lastima.
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