La historia de Andy Murray es de película. Dos veces campeón en Wimbledon, un título en el US Open y varias finales de Roland Garros junto al Abierto de Australia lo posicionaron hace ya algunos años como uno de esos tenistas que se había sumado al trío que viene dominando el tenis mundial desde hace más de una década. Todo iba bien hasta que las lesiones truncaron una carrera que parecía tener un final diferente.
Dos operaciones en la cadera lo sacaron del circuito por largo tiempo. Volvió hace pocos meses y ahora participó del tercer Grand Slam de la temporada, pero no tuvo el resultado que él esperaba. En la tercera ronda en All England cayó por un contundente 6-2, 6-2 y 6-2 ante Denis Shapovalov y quedó eliminado. Una vez que terminó el duelo con el canadiense, Murray habló en conferencia de prensa y dejó una frase que pone en duda cómo seguirá su futuro en el tenis profesional.
“La parte positiva es que he jugado varios partidos y me encuentro bien físicamente. No estoy lesionado. Eso es bueno, pero hay una parte de mí que siente que he puesto mucho esfuerzo en los últimos tres meses y al final no he jugado como esperaba poder jugar”, fueron las primeras palabras que dijo el británico en diálogo con la prensa.
Acto seguido, marcó su postura y, sin decirlo, dio algunas señales de que analizará los pasos a seguir en el circuito. “¿Merece la pena esto? ¿Merece la pena todo el trabajo que estás haciendo?”, dijo.
“Hay una parte de mí que dice que sí, porque tienes muy buenos recuerdos y tal de este torneo, pero también he acabado este partido y le he dicho a mi equipo que no estoy contento con cómo he jugado”, agregó el dos veces campeón olímpico en Londres 2012 y Río 2016.
El camino de Murray hasta la tercera ronda en Wimbledon no había sido para nada sencillo. En el estreno superó en cuatro sets a uno de los preclasificados del certamen sobre césped. Le ganó al georgiano Nikoloz Basilashvili (24) por 6-3, 6-3, 5-7 y 6-3. Ya en la segunda instancia, dejó en el camino al alemán Oscar Otte en cinco parciales: 6-3, 4-6, 4-6, 6-4 y 6-2 para avanzar a la tercera ronda donde cayó sin atenuantes con Shapovalov, número 10 en el orden del torneo.
“Si no encuentro una manera de mantenerme en pista durante un tiempo consistente y de practicar como necesito para competir contra esta gente, es entonces cuando empezaremos a hablar de qué es lo que viene después, porque he puesto mucho trabajo en llegar hasta este punto, pero no soy capaz de entrenarme y de jugar como me gustaría en esta clase de partidos”, concluyó el tenista de 34 años.
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