El pasado domingo se vivió un escándalo en la Super League de rugby, la competición más importante de la disciplina para clubes en Europa. Corrían los 18 minutos del encuentro que protagonizaron Salford Red Devils y Leeds Rhinos cuando ocurrió un hecho que provocó un caos dentro del campo de juego del en el AJ Bell Stadium.
Con el partido todavía sin puntos, el conjunto de Leeds tenía el balón en las manos de Konrad Hurrell. El jugador de los visitantes realizó un par de arranques para dejar en el camino a Lee Mossop, capitán de los Red, pero este lo frenó en un par de ocasiones. Ya con ambos en el suelo, Hurrell le tiró un manotazo a su rival, pero el enfrentamiento entre los dos jugadores no terminó allí.
Una vez que la jugada siguió para el costado izquierdo del ataque de Rhinos, el número 4 de los visitantes salió corriendo en la búsqueda de Mossop, que una vez que se dio vuelta le dio un golpe directo en la cara a Hurrell y lo dejó tendido en el campo de juego. Esa actitud generó la reacción inmediata de los compañeros del hombre que tendía en el suelo, que fueron a buscar al agresor, lo que generó un cruce entre una decena de jugadores de ambos planteles.
Una vez que se calmó la situación, el árbitro del partido decidió expulsar al capitán de los Devils -antes de retirarse del campo le dio la mano al juez a modo de disculpas por lo ocurrido -y a Bodene Thompson, uno de los que corrió y comenzó a lanzar golpes a Mossop en reacción al incidente.
Pero la historia de agresiones entre ambos equipos no terminó. Ya en el segundo tiempo del encuentro, con el resultado a favor para Rhinos por 22-8, se generó otro cruce lejano de la acción de juego entre varios jugadores de los dos equipos. En este caso, el enfrentamiento no pasó a mayores y la actividad continuó hasta el final del partido.
Una vez que se terminó el juego, el entrenador de Salford, Richard Marshall, defendió a su capitán después del partido. “Hurrell corrió tras él, Mossop se estaba defendiendo. Fue un acto de autodefensa en mi opinión. No hubo nada en el contacto del tackle”, dijo a los medios presentes en el estadio. Más allá del argumento de Marshall, habrá que ver cúal será la sanción que recibirá el capitán de Salford luego del puñetazo a un rival.
Luego de lo sucedido, fue el propio Hurrell el que recurrió a las redes sociales para informar a los fanáticos de Leeds que estaba bien y se tomó a la ligera el desagradable incidente cuando publicó un video de él siendo golpeado.
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