La extrovertida personalidad de Julio César Chávez trascendió desde su carrera deportiva hasta su trayectoria como comentarista y narrador en televisión. Uno de los momentos más recordados fue su participación en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, cuando la delegación mexicana contaba con cinco pugilistas y fue invitado a participar en la cobertura. Sin embargo, tras la derrota de Abner Mares insultó a los jueces por una decisión polémica.
El 17 de agosto de aquel año, Abner Mares y el húngaro Zsolt Vedak hicieron su presentación en la justa. En un duelo pactado a cuatro rounds, los jueces decidieron otorgar la victoria al Europeo. Sin embargo, desde el transcurso del cuarto episodio, el Gran Campeón Mexicano hizo saber que los golpes conectados por el mexicano no estaban siendo contados. Finalmente, con el campanazo, gritó “¡No, ching**n a su madre, cabr*nes”.
Y es que el desempeño del mexicano fue de menos a más. En el primer round, su contrincante logró conectar un golpe en su rostro que desencadenó una hemorragia nasal. La herida fue atendida por su entrenador Francisco Bonilla y, aunque siguió adelante con el combate, los jueces le otorgaron la victoria en dicho asalto a Zsolt Vedak.
Con el marcador en su contra y con sólo tres rounds más para revertir la situación en las tarjetas, el originario de Guadalajara, Jalisco, evocó las enseñanzas de la escuela mexicana de boxeo. Desde el segundo round se fue a la cacería de su oponente húngaro, quien apostó por desplazarse por el cuadrilátero para cansar a su rival, recibir la menor cantidad de golpes y conectar algún contragolpe tras un posible error en la guardia de Mares.
A pesar de ello, Abner logró castigar con golpes certeros en la cabeza y el tronco, pero fue un martillazo sobre la zona hepática el que lo hizo ceder y perder el segundo episodio. Desde entonces, su desempeño disminuyó y el compatriota de Chávez aprovechó para intensificar los ataques en el tercer asalto, el cual Vedak resistió de principio a fin y, de paso, lo registró en su favor.
El cuarto round y definitivo fue el más polémico. Con la dinámica de los dos anteriores, el mexicano mostraba superioridad ante su contrincante. Su apuesta fue encaminada a los golpes de corta distancia como ganchos y uppers, pero no logró derribar a su símil. Por el contrario, fueron pocos los contragolpes efectivos del húngaro. En el desarrollo, los comentaristas mexicanos mostraron su desacuerdo con la decisión de los jueces.
Al final, la tarjeta de los jueces para el mexicano marcó 5 puntos en el primer round, 10 en el único que ganó, así como 6 para el tercero y el cuarto. Para Vedak los número fueron de 17 en el asalto número 1, 6 en el único que no le favoreció, así como 7 y 6 en los últimos dos. De esa forma, con 36 puntos, se llevó la ventaja sobre los 27 de Mares y clasificó a la siguiente ronda.
El descontento de Julio César Chávez quedó plasmado en diversas crónicas y notas publicadas por medios de comunicación que cubrieron el evento. De igual forma, además del cuestionable desempeño de la mesa juzgadora, el enojo estalló porque la eliminación de Mares en los 54 kilogramos se sumó a las de Alfredo Angulo, Ramiro Reducindo y Juan de Dios Navarro en diferentes categorías.
En aquella edición de los Juegos Olímpicos, México no destacó en el boxeo. Quien pudo llegar más lejos fue Raúl Castañeda, en los 48 kilogramos, pero fue eliminado en la segunda ronda. Mares, quien ya contaba con una destacada trayectoria como amateur, incursionó como profesional al siguiente año y entabló 35 peleas en el circuito, de las cuales, 31 fueron a su favor y 15 por la vía del nocaut.
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