Naomi Osaka fue la gran ausente del cuadro femenino del último Roland Garros. La tenista japonesa, número 2 del ranking de la WTA, decidió bajarse del certamen tras hablar públicamente de un cuadro de depresión que la ha afectado en los últimos tiempos, algo que generó un intenso debate respecto de los cuidados de la salud mental en el deporte.
Osaka recibió numerosos apoyos por su valentía para sacar a la luz esta cuestión y por generar conciencia sobre esta problemática que muchas veces es entendida como un tabú. En ese marco sorprendió el ataque que recibió de parte de una leyenda del tenis como el alemán Boris Becker. El ex número uno del mundo y ganador de seis títulos de Grand Slam cuestionó duramente a la japonesa de 23 años.
“¿Es eso presión, realmente? ¿No es presión cuando no tienes comida que llevar a la mesa? ¿Cuando tienes que alimentar a tu familia y no tienes un trabajo? ¿Cuando sufres una lesión que te cambia la vida? ¿Eso no es más presión?”, planteó Becker a la hora de hablar sobre la situación de Osaka en una entrevista que concedió a The Times. Pero su descargo no terminó allí. El alemán, que en la actualidad se desempeña como comentarista de la cadena Euronews, fue aún más severo con la tenista asiática: “Tienes 23 años, estás sana y tu familia está bien. ¿Dónde está la puta presión?”.
Por el momento Osaka no ha respondido ni se ha manifestado respecto de estas cuestionables declaraciones de Becker, de 53 años, quien parece desconocer de qué se trata el diagnóstico de la depresión y sus alcances. A contramano de este pensamiento, cada vez existe mayor conciencia respecto de la necesidad de prestar atención a la salud mental de los deportistas, algo que no necesariamente está vinculado al dinero que ganan o a los éxitos profesionales que consiguen.
“Creo que lo mejor para el torneo, para otros jugadores y para mi bienestar es que me retire para que todo el mundo pueda centrarse de nuevo en el tenis que se está jugando en París”, comunicó Osaka a fines de mayo, sobre el inicio de Roland Garros. En ese mismo comunicado, la ganadora de cuatro títulos de Grand Slam hizo público que ha sufrido diversos episodios de depresión desde el Abierto de Estados Unidos de 2018.
Unos días antes, la japonesa había estado en el centro de la polémica debido a que había comunicado que no hablaría con la prensa durante su paso por el Grand Slam francés. En ese momento adujo cuestiones de salud mental y señaló que estaba dispuesta a pagar las multas correspondientes por su ausencia en las conferencias obligatorias. Días más tarde, ante el asedio que recibió por esta decisión, anunció su retiró definitivo del certamen.
SEGUIR LEYENDO: