Colombia y Brasil disputaron uno de los duelos más atrapantes de esta cuarta fecha del Grupo B de la Copa América y ante las expectativas en la previa el elenco cafetero deleitó a los fanáticos rápidamente con lo que es, por ahora, el mejor gol del certamen. Todo gracias a una obra maestra de Luis Díaz.
El partido estaba cero a cero y apenas iban nueve minutos cuando el conjunto dirigido por Reinaldo Rueda se encontró con un lateral en ataque. Con mucho tiempo por delante y el empate en el tanteador, los jugadores optaron por jugar la pelota segura hacia atrás para no perderla tan rápido y comenzaron una acción colectiva que inició por ese sector y llegó al otro lado.
Daniel Muñoz sacó entonces para Yerry Mina, que se unió a Davinson Sánchez para llevar el esférico hasta la izquierda, en donde William Tesillo se asoció con Luis Díaz, pero esa conexión no sirvió para encontrar el hueco. Por eso, la pelota cayó en los pies de Mateus Uribe y de Wilmar Barrios, quien sí vio el espacio para filtrarla hacia adelante, rumbo a Duván Zapata. El potente delantero del Atalanta recibió de espaldas, no desesperó y se apoyó en Juan Cuadrado.
El volante de la Juventus, recostado por la derecha, levantó la cabeza y aprovechó que por el segundo palo entraban dos de sus compañeros a toda velocidad, así que allí dirigió el centro pasado. Uribe no pudo contactar, algo molestado por su marca, pero su empuje le permitió llegar con libertad a Díaz, quien improvisó una pirueta y conectó en el aire el balón con una especie de chilena espectacular que sorprendió al arquero Weverton y se clavó en el arco de Brasil.
Fueron en total 11 toques hasta el disparo del extremo que se destaca en el Porto de la Primeira Liga de Portugal. Los únicos jugadores de Colombia que no tocaron la pelota en toda la maniobra fueron el arquero David Ospina y el delantero Rafael Santos Borré.
Colombia contuvo los embates de Brasil en la mayor parte del encuentro, pero el local terminó imponiéndose por 2 a 1 en el décimo minuto de descuento. La polémica radicó en el 1-1 de Roberto Firmino, en cuya jugada previa la pelota rebotó en el árbitro argentino Néstor Pitana, hecho que desorientó a la defensa visitante, que esperó un bote a tierra que no llegó.
SEGUIR LEYENDO: