Para lograr ser una estrella en la NBA, uno de los caminos para subsistir es a través de una personalidad fuerte. Hay grandes ejemplos a lo largo de la historia de la liga como Michael Jordan o Kobe Bryant, que demostraban a través de su temperamento todo el talento que cargaban en su espalda. En la actualidad, también hay varios ejemplos que buscan imitar a sus ídolos, pero hay uno que resalta por sobre los demás.
El caso de Tyler Herro es llamativo por donde se lo mire. Tocó el cielo en la burbuja de Disney durante finales del 2020 al anotar 37 puntos (17 en el último cuarto) para doblegar a los Boston Celtics por 112 a 109 y estampar el 3-1 en la final de la Conferencia del Este. Aquel Miami Heat que sorprendió a todos barriendo a Indiana Pacers en primera ronda, humillando a Milwaukee Bucks en semifinales y ganando con autoridad sobre una de las franquicias más gloriosas de la historia de la liga tiene explicación. Una de ellas es este joven escolta de 1,96 metros y 88 kilos.
“No puedes sobrevivir en la liga si no tienes confianza”, declaró frente a las cámaras luego de deslumbrar al mundo con su tiro de tres puntos en movimiento. Herro tiene razón, hay que tener temperamento y fuego interno para lograr mantenerse en un ambiente repleto de egos donde el único objetivo es ganar y complacer a los fans que llenan el estadio partido a partido. Pero en el último tiempo, al Heat se le está yendo de la mano controlar el estilo de vida de una de las próximas estrellas de la liga.
Aquel novato de perfil bajo que rompió cualquier tipo de expectativas durante el primer año, en la actualidad le agarró gusto a la buena vida en la costa de Florida y cada vez hace más apariciones en el mundo de las celebridades. De la mano de su pareja y modelo Katya Elise Henry, con quien tendrá un hijo en unos meses, mantiene una relación de alta exposición en las redes sociales donde también se lo ve cotidianamente con gente famosa como por ejemplo, el cantante Jack Harlow.
Además, hasta el usuario en su cuenta de Twitter habla de las ambiciones de Herro dentro del mundo de la fama. Bajo el nombre ‘RAF_Tyler’ en dicha red social tiene como significado ‘rico y famoso’ para las tres iniciales del mismo. Varios medios estadounidenses dedicados a investigar el mundo de las celebridades ya comienzan a tener al basquetbolista entre ceja y ceja. “Él eligió ser famoso. Eligió convertirse en algo más allá del deporte. Otros jugadores ven a Tyler haciéndolo y parece que hay celos. Miran al chico un poco y dicen: ‘Espera un momento, amigo mío. Aún no has hecho nada para tener ese status’”, describió el medio South Florida Sun Sentine.
La franquicia de Miami comenzó a preocuparse sobre la alta exposición de su joya en agregado que sus números dentro de la cancha no acompañaban. Rápidamente aparecieron los famosos rumores de traspasos, pero Pat Riley se encargó de apagar cualquier tipo de misterio. “Es parte del futuro del Heat. Es fundamental en la estructura del equipo y no hay más que eso”, dictaminó el jefe de operaciones.
Lo cierto es que dentro del campo de juego también se sintió la repercusión de su nuevo estilo de vida: pasó de ser protagonista en una final de NBA a jugar escasos minutos cuando los partidos importantes de la temporada ya estaban definidos. Más allá de todas las advertencias que viene recibiendo Tyler al respecto, él hace oídos sordos y sigue avanzando en busca del éxito que tanto desea en el deporte que ama y, en paralelo, sobrevivir en el planeta de los famosos en la costa de Florida.
Esta actitud de rebeldía, Tyler la construyó desde pequeño cuando tomó una decisión muy poco común en el ambiente del básquet universitario. Cuando un jugador crece en alguna ciudad de Estados Unidos, normalmente adopta el sentido de pertenencia y busca representar a su lugar de origen cuando se le presenta la oportunidad. “Pasé de una pequeña ciudad en Milwaukee a Kentucky. Nadie pensó que yo subsistiría ahí. Al final es sólo eso, apostar por uno mismo”, explicó Tyler cuando decidió irse de su zona natal para probar suerte en una de las universidades más importantes y poderosas en el ambiente del deporte.
Por linaje, debía defender los colores de la Universidad de Wisconsin. Pero optó por una carrera más ambiciosa y modificó el rumbo en busca de la gloria. ¿Lo negativo de su decisión? Fue considerada como una traición hacia sus orígenes. En la NBA, los cambios de equipo son cada vez más normales y se está buscando romper ese estereotipo de que los basquetbolistas deben defender una sola camiseta durante su carrera profesional. A nivel colegial, es más extraño y Herro se animó a desafiar al sistema.
Padeció las feroces críticas que le llovieron por su decisión y hasta le llegaron cartas con amenazas. Como el ser competitivo que es, tomó todas las influencias negativas y las utilizó como motivación. “Me encanta que la gente esté en mi contra, juego mucho mejor en situaciones de adversidad. Soy un anotador”, declaró luego de uno de sus grandes partidos con la camiseta de Kentucky. Con la provocación como bandera (trash talking en Estados Unidos), Tyler pisó fuerte en terreno universitario. En Wisconsin tampoco le entregaron el premio estatal de Mr. Baloncesto luego de promediar 33 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 3 robos por partido. La relación estaba totalmente rota.
Cerró su camino en la universidad con 93.5% de efectividad desde la línea de libres, 60 triples realizados durante la última campaña y con el plus de que Kentucky ganó todos los partidos en los que Herro anotó al menos 15 puntos (19-0). Dichos números lograron llamar la atención de una de las franquicias más ganadoras de los últimos tiempos con un respetado entrenador como Erik Spoelstra y un jefe de operaciones sediento de victorias como Pat Riley. Luego de mucho análisis, Miami eligió a Tyler con la 13° selección de primera ronda en el Draft de 2019.
“Obviamente, es un novato. Pero te digo que cada vez que está en la cancha, el estilo con el que juega, los movimientos que hace, pensarías que ha estado en la liga por más de 10 años”, describió Jimmy Butler, estrella de la franquicia y líder dentro de la cancha, sobre el estilo de juego de Ty. La relación entre la cara principal de Miami Heat y Tyler fue muy positiva de entrada ya que lo adoptó directo como su aprendiz al nivel que ya es considerado uno más en la familia, con quienes comparte desayunos y almuerzos habitualmente.
Una de sus grandes costumbres desde que comenzó a jugar al básquet fue portar el número 14 en su espalda. “Lo he usado desde mi primer año en la escuela secundaria. Tenía 14 años en ese momento. De hecho, lo cambié al número 5 en mi tercer año, pero me rompí el menisco así que cuando volví, cambié al 14. Probablemente me quedaré con este número para siempre“, relató Tyler en charla con el medio The Athletic.
La explosión del joven en su nuevo equipo no tardó en llegar y en su primera temporada alcanzó las finales de la NBA jugada en Disney durante 2020, donde perdió el anillo ante Los Ángeles Lakers de LeBron James y Anthony Davis por 4-2. Lamentablemente dejó la vara tan alta en la primera impresión que en la edición que finaliza en julio de 2021 decepcionó a los fanáticos al no tener un rendimiento similar al que lo hizo explotar en popularidad.
“Personalmente, me encanta verlo jugar con ese tipo de determinación y confianza. No creo que dude de sus condiciones. Pero obviamente ayuda cuando la pelota entra y de alguna manera lo aprovecha todo. Le digo todo el tiempo: ‘Sé un asesino. Sal y sé un asesino ahí fuera’”, opinó Duncan Robinson, uno de sus compañeros en la franquicia tres veces campeona de la NBA. Su entorno en Miami sabe que Tyler no es un jugador más del montón: fue el basquetbolista más joven en comenzar un juego de Finales en la historia de la liga.
En los planos estadísticos, Herro promedió 16.3 puntos, 3.7 asistencias, 45.2% de campo y 37.6% desde la línea de tres durante su estadía en Florida. Durante la última postemporada donde los Heat se fueron barridos 4-0 por los Milwaukee Bucks, los números del escolta cayeron considerablemente: 7.7 puntos, 1.7 asistencias, 28% de campo y 33.3% detrás de la línea de triple. El entrenador, consciente de que el nivel de Tyler en el primer año no fue normal para un novato, respaldó a su jugador luego de bajar la producción.
“Su temporada de rookie no es típica en un jugador joven que entra a la NBA. Fíjense a los nuevos de este año. Hubo muchos altibajos en todos los que ingresaron a la liga. Eso es un típico año de alguien que entra. Uno aprende a enfrentar la adversidad, responder a las oportunidades de altibajos y jugar, competir, todo eso. En su mayor parte, todo fue sobre ruedas el año pasado. Esta vez ha tenido que lidiar con un montón de cosas diferentes, incluidas lesiones leves y molestias, historias que son diferentes, un papel que es un poco diferente“, explicó Spoelstra cuando Miami estaba en camino a ser eliminado de los Playoffs durante este 2021.
Con su tercer año en la liga entre ceja y ceja, no faltarán durante el verano estadounidense una gran cantidad de fotos en sus redes sociales entrenando en soledad su tiro de larga distancia, algo que se volvió costumbre en el jugador. Herro está en busca de la regularidad que lo convierta en un jugador de confianza para la franquicia y que lo devuelva al quinteto inicial en cada noche de los Heat. Mientras tanto, deberá encontrar el equilibrio entre la fama y el deporte para volver a rendir como acostumbró a los fanáticos durante su primer año.
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