A lo largo de su carrera profesional, Julio César Chávez enfrentó a más de 100 boxeadores. En sus 115 enfrentamientos consolidó un legado que lo hizo superar a sus rivales en 107 ocasiones. A pesar de sus éxitos, a sus 58 años decidió enfrentar al hijo de uno de sus más grandes rivales, Héctor “Macho” Camacho Jr. quien se subirá a los encordados y será el último oponente del Gran Campeón Mexicano.
Héctor Camacho Jr. nació en San Juan, capital de Puerto Rico, el 20 de septiembre de 1978. En 1986, cuando tenía ocho años, decidió incursionar en el ámbito del pugilismo. Sin embargo, sobre sus hombros cargó con el enorme legado que su padre construyó a lo largo de su carrera. De esa forma, se mantuvo como boxeador amateur durante 10 años. Fue hasta 1996 cuando se sintió listo para incursionar en el circuito profesional.
El 1 de octubre de dicho año, en el War Memorial Auditorium de Nashville, Tennessee, Estados Unidos, se midió ante Lou “Rocky” Martínez, quien ya contaba con ocho duelos de experiencia, en los que acumuló cinco victorias por tres derrotas. Fiel al comportamiento de quien se mide a un profesional por primera vez, los primeros rounds de Camacho fueron caracterizados por su cautela y espera por un posible error de su oponente.
Logró soltar algunos golpes, pero con el avance de los asaltos comenzó a tener mayor confianza y fue más frontal en sus ataques. En el quinto round, Camacho tundió a Martínez con un potente gancho de izquierda que descansó sobre su pierna, el cual fue considerado ilegal. A pesar de ello, el combate siguió su curso. La agresividad de Rocky fue superada por la determinación del “Machito”.
Después de disputar 12 rounds, los jueces decidieron darle la victoria al hijo de la leyenda por decisión unánime, a pesar de que los testigos de la pelea fallaron a favor de su oponente. Desde entonces, se mantuvo invicto durante los siguientes cinco años, por lo que generó expectativas entre los nostálgicos del boxeo que buscaron la reencarnación de las cualidades y éxitos de su padre en el Jr.
No fue sino hasta marzo de 2002 cuando conoció la derrota por primera vez en contra del argentino Gabriel Weis, aunque fue por decisión unánime. El tropiezo no le impidió continuar en el deporte, aunque desde ese momento la frecuencia de sus victorias comenzó a disminuir. El siguiente resultado desfavorable lo obtuvo en 2004, cuando empató en contra de Marteze Logan.
De esa forma, continuó su carrera hasta el año 2019, cuando se retiró. A lo largo de 23 años acumuló 59 victorias, de las cuales 33 fueron por la vía del nocaut, a cambio de siete derrotas y una decisión compartida con el rival. Su última vez en los encordados fue en contra de Victor Abreu, donde se despidió superando a su joven oponente por la vía del cloroformo.
Aunque su decisión fue no volver al ring, aceptó el reto de volver a ponerse los guantes con la finalidad de honrar el recuerdo de su padre, quien falleció en 2012. Ante el Gran Campeón Mexicano buscará brindar una exhibición en la que pueda limpiar la derrota que su padre padeció a manos del mexicano el 12 de septiembre de 1992.
La diferencia de edad es notable. El boricua de 42 años enfrentará al legendario boxeador mexicano de 58 años. Ese argumento ha sido una constante en la guerra de declaraciones que han sostenido en los últimos días. Por su parte, a pesar de sufrir padecimientos de salud, Chávez buscará reivindicarse y demostrar a su oponente que su capacidad en el ring sigue vigente.
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