El 29 de noviembre del 2020 el mundo del automovilismo fue testigo de un dramático accidente durante el Gran Premio de Bahréin de la Fórmula 1 cuando Romain Grosjean perdió el control de su Haas, se despistó e impactó contra las vallas de contención a una velocidad tal que causó que el vehículo se partiera en dos y comenzara a prenderse fuego con él adentro.
Finalmente el piloto francés logró sobrevivir y recuperarse tanto física como psicológicamente de aquel episodio. Con la pasión intacta, y después de haber burlado a la muerte, el corredor de 35 años volvió al ruedo en la Indycar de Estados Unidos y fue en Detroit donde sufrió un incidente que seguramente habrá repercutido seriamente en su cabeza.
Lejos de lo que ocurrió aquella jornada en el circuito Internacional de Baréin, en esta ocasión el fuego no se apoderó por completo del monoplaza sino que sólo fue en la parte delantera. Al ver las llamas el galo salió disparado y se lo pudo ver molesto por la tardanza del personal de seguridad en llegar al lugar.
El recuerdo de aquella noche seguramente fue inevitable cuando a falta de 11 vueltas para completar el Gran Premio de Detroit (octava carrera del torneo), vio como su Dale Coyne Racing 51 comenzó a prenderse fuego, producto de un pequeño incendio en su freno delantero izquierdo.
En las imágenes se pudo ver el momento en el que el fuego comenzó a hacerse presente en el vehículo y cómo Grosjean salió rápidamente. Ni bien puso los pies sobre el asfalto pareció reprocharle a los comisarios de carrera, que en ese momento estaban agitando la bandera amarilla, que no hayan ido a socorrerlo.
Fue allí cuando él mismo agarró el matafuegos y corrió rápidamente hacia el bólido para apagar las llamas hasta que finalmente llegó el personal de seguridad que automáticamente lo alejó del lugar.
“Es que me gusta cuidar de mis coches”, bromeó desde sus redes sociales al repasar las imágenes. Cabe destacar que el galo sufrió serias heridas en aquel recordado accidente, de las cuales todavía tiene secuelas.
“Todas las mañanas me tengo que quitar los guantes de silicona y ponerme crema en las manos. Pero recuerdo que estoy vivo, que estoy aquí, que puedo jugar con mis hijos, qué puedo volver a correr y que tengo a mi mujer a mi lado”, aseguraba durante el extenso período de rehabilitación que vivió.
Afortunadamente tan sólo fue un susto para el ex piloto de la Fórmula 1, que incluso aplaudió el comentario bromista que realizó el cuerpo de Bomberos de Francia en Twitter: “Si quieres ser bombero voluntario, dirígete a la estación de bomberos más cercana… Te daremos la bienvenida. ¡Definitivamente tienes todas las habilidades que van bien además de ser resistente al fuego!”.
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