Después de su último partido en la NBA en 2018, Manu Ginóbili decidió retirarse del básquet profesional. Y a partir del día que anunció la decisión, su inolvidable carrera que incluyó cuatro títulos con los San Antonio Spurs en la mejor liga del mundo y la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 fueron sólo algunas de sus máximas conquistas deportivas.
Con el paso del tiempo, el argentino se sumergió en otras pasiones. Y dos de ellas están relacionadas con el deporte: jugó al tenis, disciplina que siempre fue una de sus favoritas y con la que llegó a compartir cancha con su ex compañero en San Antonio, el francés Tony Parker, y también probó con el ciclismo. Sobre las dos ruedas, sus compañeros fueron el recién elegido como integrante del Salón de la Fama del básquet Tim Duncan, y Fabricio Oberto, otro de los históricos de la Generación Dorada y también ex jugador.
En las últimas horas, fue el propio Manu el que publicó varias imágenes en las historias de su cuenta de Instagram y anunció que practicó un nuevo deporte. Esta vez la disciplina elegida por el ex número 20 de los Spurs fue el mountain bike, una prueba que se realiza sobre una bicicleta y en la que se recorre un circuito a campo traviesa. Además de subir una foto sentado junto a su amigo cordobés, Ginóbili posteó cómo le quedaron las manos tras su primera incursión.
“Me caí al menos cinco veces”, escribió en castellano y en inglés en su cuenta, al mismo tiempo que se puede ver las lastimaduras que le quedaron luego de la travesía con Oberto. “Quedé muerto”, agregó el histórico jugador de la selección argentina de básquet, dos veces medallista olímpicos.
A los 43 años, Ginóbili mantiene su físico intacto como si todavía estuviese en actividad, pero no todo es deporte en su vida. Manu también disfruta de las horas libres que tiene desde que dejó la actividad oficial. Desde su perfil oficial muestra los distintos destinos que visita en familia: desde Puerto Pirámides en Chubut, hasta el Jardín de los Dioses en Colorado Springs donde se animó a hacer una prueba extrema. Sin embargo, su lugar en el mundo –más allá de su casa en San Antonio– es su Bahía Blanca natal y las playas de Monte Hermoso ubicadas a 100 kilómetros de allí.
Al mismo tiempo, durante la última temporada de la NBA, se lo vió muy contento y feliz por el desembarco de nuevos argentinos al básquet de los Estados Unidos. Así fue el caso cuando se confirmó la llegada de Facundo Campazzo a los Denver Nuggets. “Felicitaciones a los Nuggets por fichar a esta pequeña bestia de jugador. ¡Una gema! ¡Otro equipo para alentar!”, escribió en su cuenta de Twitter citando la publicación del periodista Adrian Wojnarowski, en la que confirmaba el desembarco del base de la selección argentina para la franquicia que fue finalista de la Conferencia Oeste la última temporada.
Lo mismo sucedió cuando se anunció que Gabriel Deck era nuevo jugador de Oklahoma City Thunder o con la irrupción de Luca Vildoza en los New York Knicks. Manu se retiró del deporte profesional hace tres años, pero su vida ligada a una de sus grandes pasiones parece no tener fin.
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