Desde su extraordinario cierre en el sexto juego de la Serie Mundial 2020, el pitcher mexicano Julio Urías se colocó entre los jugadores favoritos de los aficionados a Los Ángeles Dodgers. Sus buenos lances le han valido importantes ponches durante los primeros partidos de la presente campaña. Sin embargo, en los últimos partidos también ha tenido protagonismo cuando se coloca en el home para batear.
En el tercer partido de la serie entre Dodgers y Pirates, Urías fue designado como el lanzador abridor del encuentro, pero también tuvo participación en la ofensiva. Con su nombre en el line up, apareció en un par de ocasiones en la caja de bateo. Su intervención más destacada llegó durante la tercera entrada.
Con jugadores en las tres bases y dos outs en su contra, el de Culiacán, Sinaloa, se posó frente al lanzador contrario. De los primeros cuatro lances, dos fueron registrados como strikes. No obstante, el quinto, que pareció ser el definitivo, logró impactar con dirección al jardín derecho. La bola cruzó el diamante y botó en el pasto antes de ser atrapada por el rival.
Mientras eso sucedía, los jugadores en base aprovecharon la oportunidad y corrieron hacia el frente. Los de segunda y tercera pudieron llegar hasta el plato, en tanto, el de primera avanzó un lugar y Urías se colocó en la primera posición, pero se anotó dos carreras producidas en su cuenta personal. Con la genialidad del mexicano, aumentó la ventaja de los Dodgers de dos a cuatro carreras contra una de los Pittsburgh Pirates.
En el line up de los equipos de beisbol suelen figurar los nombres de aquellos personajes con la habilidad y el poder suficiente para mandar lejos la pelota y producir carreras. Debido al esfuerzo de lanzar entrada tras entrada, los pitchers son reservados de dicha lista para conservar su brazo en buen estado. Por ello, más allá de dedicarse al bateo, su especialidad está enfocado en la lomita. Sin embargo, suele haber casos excepcionales como el del culichi.
Mientras tanto, su protagonismo no se limitó a la tercera entrada. A lo largo de las seis primeras entradas completas solamente permitió seis hits y tres carreras. No obstante, en su favor pudo acumular cinco ponches. Para el séptimo episodio, Phillip Bickford relevó al jugador mexicano y consiguió sacar a un bateador por la vía del chocolate. En su intervención no permitió hit ni carrera.
El encuentro solamente duró ocho entradas. Cuando el equipo angelino se preparaba para encaminar su participación a la ofensiva, una llovizna aumentó de intensidad y el encuentro tuvo que ser suspendido temporalmente. Al paso de los minutos, el fenómeno meteorológico no paró, por lo que los jueces decidieron finalizar definitivamente. Con ello, el equipo Los Ángeles consiguió las tres victorias de la serie.
Las cualidades de Urías en el montículo le han hecho poseedor de la confianza del manager Dave Roberts. Sus frecuentes apariciones, aunado a los buenos partidos que pueda seguir brindando en lo que resta de la temporada, le podrían ayudar a conseguir un récord que sólo tres lanzadores mexicanos han conseguido, es decir, conseguir más de 20 victorias en una sola campaña.
El primer personaje en lograrlo fue Teodoro Higuera, en 1986, con los Brewers. En la misma, el legendario Fernando Toro Valenzuela consiguió los 21 triunfos con los Dodgers. El último en conseguirlo fue Esteban Loaiza, en 2003, quien con los Chicago White Sox pudo romper la barrera de los 20 encuentros.
Mientras tanto, Urías, junto con Victor González, que también sumó una victoria en la serie reciente, deberá prepararse para enfrentar a los Rangers de Texas, seguido de los Phillies y los Dbacks de Arizona.
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