La carrera futbolística de Washington Sebastián Abreu pasará a la historia por la cantidad de equipos que lo contrataron en algún momento de sus 27 años de trayectoria y su penal picado frente a Ghana en los octavos de final de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Este viernes 11 de junio, el encuentro entre Sud América y Liverpool de Uruguay marcará el punto final de uno de los delanteros más emblemáticos del continente. El Loco, a sus 44 años, decidió colgar los botines y tiene planeado dedicarse de lleno a la dirección técnica.
Un 4 de junio de 1995, el goleador uruguayo comenzó su camino en el fútbol profesional con Defensor Sporting. ¿Quién fue el rival aquella tarde? Liverpool. Abreu decidió darle un tinte épico a su último duelo retirándose frente al mismo oponente con el cual debutó. Sebastián es el dueño del premio Guiness al futbolista que más camisetas ha vestido en la historia y, luego de romper la marca de 25 equipos que había establecido el arquero alemán Lutz Pfannenstiel, finalmente dejará la vara en 31.
“Después de 26 años tomé una decisión con convicción obviamente, entendiendo que es el momento justo, estando activo, jugando en Primera, vigente, creo que es la forma, el equipo está bien, es el momento indicado”, indicó el delantero en charla con ESPN Uruguay. Y agregó, dando más detalles al respecto: “Este viernes estoy dejando la actividad profesional, contra Liverpool se baja el telón”.
Su camino como futbolista comenzó en el Tuerto; tras dos temporadas y prometedoras actuaciones, lo compró San Lorenzo de Almagro, emigrando a Argentina. Con el Ciclón, en la temporada 1997-98, disputó un partido contra Boca Juniors que todavía tenía a Diego Armando Maradona entre sus filas. Es por dicha razón que el retiro de Abreu es histórico: es el único jugador activo que disputó un partido profesional con Pelusa.
Dos años después, Deportivo la Coruña compró su pase y comenzó a cederlo en varios destinos de Sudamérica. Primero fue Gremio y luego el futbol mexicano decidió importar el talento del uruguayo. En 1999 llegó a los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, donde permaneció hasta por un año. En 2002 el Cruz Azul optó por contratar sus servicios a préstamo. Después de aquella temporada, regresó a Uruguay para defender la camiseta de Nacional por un campeonato en Uruguay y en 2003 arribar al América.
Un año después volvió al Bolso, el equipo de sus amores. Sin embargo, los Dorados de Sinaloa se encargaron de nuevamente llevarlo a México en 2005. En los años siguientes, hasta 2007, también vistió los colores de Monterrey, San Luis y Tigres. Finalmente, en 2008 partió hacia River Plate para no volver más al fútbol mexicano en el resto de su trayectoria. Pero su estadía en Argentina fue breve ya que el Beitar Jerusalém de Israel compró al delantero una vez finalizada la cesión con el Millonario.
En los siguientes años, Sebastián concluyó su camino por Europa con el paso por la Real Sociedad de España y el Aris Salónica de Grecia. Otra vez Brasil fue su siguiente destino en 2010, ya que Botafogo se hizo dueño de su pase y lo cedió al Figueirense. Una vez consumado el préstamo, Nacional de Uruguay le cumplió el sueño de tener un tercer ciclo en el club que ama durante 2015 para posteriormente jugar un año en Rosario Central.
Éste fue un punto de inflexión en la carrera del Loco ya que comenzó a mudarse de equipo en equipo constantemente. Durante los últimos años de su carrera pasó por Sol de América en Paraguay (2016), Aucas de Ecuador (2016), Santa Tecla de El Salvador (2016), Bangu de Brasil (2017), Central Español de Uruguay (2017), Deportes Puerto Montt (2017), Audax Italiano (2018) y Deportes Magallanes (2018) en Chile. Luego saltó al Rio Branco (2019), Boston River (2020), Athletic Club de Minas Gerais (2021) y su última camiseta, Sud América.
Pero la historia de Washington Sebastián Abreu no finaliza ahí. También tiene una amplia trayectoria representando al seleccionado de Uruguay. Con la Celeste, el Loco disputó 70 partidos oficiales en los que convirtió un total 26 goles. Además, participó en dos Copas del Mundo (2002 y 2010) y se consagró campeón de la Copa América en Argentina 2011. En la retina de todos sus compatriotas quedó su penal frente a Ghana en los octavos de final del Mundial celebrado en Sudáfrica.
Luego de semejante historia en el mundo del fútbol, el goleador podrá terminar el mate que poco a poco fue armando con los escudos de cada equipo que le tocó representar dentro del campo de juego. Con el sueño de triunfar como director técnico, Abreu usará toda la experiencia que absorbió a lo largo de sus 27 años como futbolista profesional para intentar transmitirlo al primer plantel que lo tendrá finalmente sólo como entrenador.
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