Luego de un muy interesante primer tiempo, en el que asumió la iniciativa y dominó a su adversario, Argentina se puso 2-0 y tuvo todo servido para quedarse con un triunfo en Barranquilla ante Colombia, por las Eliminatorias Sudamericanas. Sin embargo, retrocedió en el campo en el complemento, cedió el descuento a partir de un evitable penal de Otamendi a Uribe y sufrió la igualdad en el epílogo con el cabezazo de Borja que se le escapó a Marchesin, tras una doble falla de Foyth en la salida y en la marca.
Así y todo, el elenco albiceleste pudo haberse quedado con el triunfo si Lionel Messi le hubiese ganado el duelo al arquero local, David Ospina. Sin embargo, el guardameta evitó dos veces la conquista de la Pulga con sendas increíbles atajadas, primero en un tiro libre, y luego en una acción con el balón en movimiento.
El portero del Napoli ya había contenido un tiro libre del capitán del Barcelona en el primer tiempo, más por ubicación que por destreza. Pero a los 12′ del complemento, un remate de balón parado del delantero viajó hacia el ángulo superior izquierdo del arco colombiano. Y allí surgió Ospina para arañar la pelota, que rozó en el travesaño y picó cerca de su ubicación.
Fue tras el descuento cuando la Pulga, que edificó un buen partido en líneas generales, elevó su rendimiento, cuando el equipo más lo necesitaba. Además, le inyectó sacrificio para correr y tener la pelota a sus cualidades. A los 19′ del ST habilitó a Lautaro Martínez, quien en el mano a mano se encontró con la solidez de Ospina. Y a los 38, otra vez quedaron cara a cara Messi y el arquero. El remate del 10 no pudo superar la estirada del guardameta, que dejó un rebote corto, pero Exequiel Palacios no alcanzó a corregir.
El punta había sido partícipe involuntario en el segundo gol de Argentina, firmado por Leandro Paredes tras una gran acción individual. Es que Messi pifió el balón en el borde del área tras una serie de rebotes; luego, derivó en el mediocampista del PSG que, a pura elegancia, terminó en las barbas de Ospina y lo superó con un toque sutil de zurda.
Leo, autor del gol en el 1-1 ante Chile (de penal) también había sufrido en Santiago del Estero la gran noche de otro arquero, su ex compañero Claudio Bravo, quien el pasado jueves le tapó un tiro libre y un par de remates envenenados, quedándose con el duelo. Tal vez, el atacante se guardó sus mejores brillos para la Copa América, que comienza el próximo domingo.
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