Elementos de seguridad del Estadio Empower Field detuvieron el domingo a un aficionado mexicano por lanzar un vaso de cerveza hacia la cancha que terminó impactando en el rostro del futbolista estadounidense Giovanni Reyna.
“La persona arrestada por arrojar un objeto al campo fue identificada a través de imágenes de seguridad como responsable de herir a un jugador estadounidense. Además de enfrentar cargos criminales, este cliente será excluido de todos los eventos futuros en Empower at Mile Hig”, informaron las autoridades del estadio en un comunicado.
Asimismo, la La Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbo (Concacaf) emitió un comunicado para pronunciarse en contra del grito discriminatorio y otros actos ocurridos durante la celebración del partido como invasión del campo de juego y objetos arrojados a jugadores y árbitros.
“Un pequeño número de personas arrojaron objetos al terreno de juego, poniendo en peligro la seguridad de jugadores y árbitros, lo cual es totalmente inaceptable. El personal de seguridad del estadio expulsó a los fanáticos que participaron en este comportamiento y, en un caso, una persona fue arrestada y enfrenta cargos penales”, detalló la Concacaf.
Respecto al grito prohibido, la Concacaf hizo hincapié en que hay que “erradicar el cántico ofensivo del portero a través de su campaña contra la discriminación y mensajes y protocolos en el estadio. Fue escuchado por los oficiales del partido dos veces durante la final, en ambas ocasiones gritado por una sección relativamente pequeña de fanáticos. Esto dio lugar a un anuncio público, algunas expulsiones y un paro en el juego”, aseveró.
“La gran mayoría de los espectadores en el estadio no participaron en este cántico y, con los principales eventos de la Concacaf y la FIFA en un futuro muy cercano, alentamos a todos los fanáticos a que lo dejen en el pasado y no arriesguen a su selección nacional y a sus jugadores a sufrir problemas importantes sanciones”, agregó.
La selección de Estados Unidos se proclamó este domingo campeón de la primer edición de la Final Four de la Liga de Naciones de la Concacaf al vencer por 3-2, en la prórroga a la de México.
El gol que decidió el triunfo de Estados Unidos llegó en el minuto 114 por mediación del delantero del Chelsea, Christian Pulisic, que batió por bajo al arquero mexicano Guillermo Ochoa.
El árbitro del encuentro, el panameño John Pitti, tras revisar el VAR, consideró que el defensa mexicano Carlo Salcedo había derribado al propio Pulisic dentro del área.
Luego México pudo haber conseguido el empate cuando en el minuto 120+2, el árbitro Pitti también tuvo que ir al VAR para decidir que el defensa Mark McKenxie había tocado el balón con el brazo dentro del área.
El centrocampista Andrés Guardado, que había salido en la segunda parte, fue el encargado de lanzarlo, pero lo hizo mal, por bajo, y el joven portero de Estados Unidos, Ethan Horvath, que había salido en el minuto 69 por lesión del titular Zack Steffen, se erigió en el héroe del cuadro de las Barras y las Estrellas al rechazar el balón.
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