México volvió a imponerse ante Costa Rica, ahora en la Semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf.
Los dirigidos por Gerardo Martino empataron 0-0 en el tiempo reglamentario, pero vencieron a los Ticos en los penales con un marcador de (5-4).
El protagonista de la tanda fue Guillermo Ochoa, quien detuvo el último penal para darle el pase a la Final al “Tri” y medirse con los Estados Unidos.
El partido estuvo cerrado, lleno de emociones y llegadas por ambos lados. Pero al final el marcador concluyó con un empate a cero que mandó a las dos selecciones a los tiros penales.
Con ausencias de última hora y la necesidad de encontrar al delantero suplente de Raúl Jiménez, Gerardo Martino comenzó su participación en la recta final de la Liga de Naciones.
El primero en cobrar los penales fue Uriel Antuna, delantero de las Chivas, quien puso en duda el pase de México al fallar su penal.
El siguiente en cobrarlo fue Benegas de Costa Rica, quien venció a Memo Ochoa con un tiro a la izquierda.
Hirving Lozano, mostrando su talento y calidad internacional, colocó el esférico imposible para el arquero y empatar la tanda.
Posteriormente, Duarte de los Ticos no contuvo sus nervios y voló el balón hacia la tribuna para hacer el primer error.
Orbelin Pineda, recientemente campeón con Cruz Azul, presumió su calidad y determinación para dejar el balón en las redes.
Costa Rica siguió en el mismo tenor y de la mano de Alfaro volvió a vencer a Guillermo Ochoa. Tiempo después, un viejo conocido anotó su penal. Nos referimos a Alan Pulido.
El siguiente fue anotado por Costa Rica y México también de la mano de Luis Romo, otro campeón con Cruz Azul.
El costarricense Calvo casi falla el penal, ya que Ochoa tocó el esférico, pero no fue suficiente para detenerlo.
Jesús Gallardo puso los nervios de punta, esto después de que su balón también fue tocado por el arquero tico, pero el balón logró entrar.
Al final, Memo Ochoa detuvo el penal de Cruz para dar el pase a México.
Además de ser uno de los primeros partidos oficiales de la CONCACAF en jugarse dentro del continente, fue pionero en aceptar público para las competencias internacionales. Más de 30 mil personas se presentaron en el estadio.
Pese a las advertencias constantes de la FIFA, CONCACAF y de la Federación Mexicana de Futbol, los fanáticos mexicanos volvieron a recurrir al grito homofóbico al portero contrario, también reconocido como “¡eh, puto!”.
El estadio Empower Field fue testigo de numerosas llamadas de atención por parte del estadio, en el que pidieron que no volviera a aparecer el grito, puesto que podrían suspender el partido por decisión arbitral.
Al minuto 90+3 del partido, el grito volvió a a la cancha y el árbitro tuco que suspender el partido por algunos minutos. El protocolo anti discriminación de la CONCACAF así lo dicta.
Antes de que dar comienzo al torneo, CONCACAF lanzó el protocolo y la campaña para luchar contra la discriminación en los partidos de la Nations League.
“La Confederación invitará a todos a adoptar una actitud positiva e inclusiva hacia el juego y a dejar el grito ofensivo, que no debe existir en el fútbol y que arriesga que miembros de la comunidad LGBTQ+ se sientan excluidos del deporte”, escribieron a través de un comunicado.
La campaña comenzó el día 1 de junio a través de las redes sociales, con el objetivo de “educar e informar a los aficionados que incluso si su intención no es ofender, este grito ofende a mucha gente y no tiene lugar en el deporte”, aseguró el presidente de Concacaf y vicepresidente de la FIFA, Victor Montagliani.
Además de esta campaña, CONCACAF puso en marcha el protocolo de tres pasos de la FIFA en las Finales de la Liga de Naciones Concacaf y la Copa Oro.
Esto quiere decir que, en primera instancia, se pondrá un video antes del partido para explicar la situación; en caso de recurrir al grito, entonces el partido podría pausarse el tiempo que decidan los árbitros, pero también podrían suspenderse para el siguiente día o bien, darlo por terminado.
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