El mundo de la lucha libre mexicana recibió este miércoles la impactante noticia de que uno de los luchadores más famosos de su industria habría perdido la vida de manera repentina en las costas de Acapulco, Guerrero, luego de reportarse como desaparecido durante la madrugada de este miércoles.
El impacto fue de gran magnitud debido al largo trayecto que acumula en sus espaldas dentro de la lucha mexicana, en especial al interior de la Triple A, donde fue uno de los pioneros en incursionar a favor de la comunidad LGBT+.
El luchador José Gabriel Zentella tenía 44 años de edad y contaba con más de 27 años arriba del ring, donde tomaba el papel de Pasión Kristal desde hace más de 15 años, un apodo que le hizo ganar popularidad en un gran sector de las lucha en México.
El peleador nació en Villahermosa, Tabasco el 9 de enero de 1976 y heredó el gusto por la lucha libre gracias a su madre, quien le empezó a inculcar la pasión por el pancracio desde que tenía 17 años. De hecho, de acuerdo con una entrevista realizada por Time Out México, se enamoró de este deporte cuando vio luchar por primera vez al Vampiro Canadiense, uno de los pocos luchadores sin máscara en los años 80.
Gracias a que uno de sus primos ya se desempeñaba como luchador local, José Gabriel comenzó a practicarlo de su mano y durante 12 años peleó bajo el nombre de Némesis 2000, apodo que le generó ganar popularidad en la región de manera paulatina.
Fue en el 2004 cuando da paso formal a su nombre de Pasión Kristal, luego de pelear en algunos inmuebles bajo el sobrenombre de Orquídea Salem, personaje que surgió tras tener que suplir a otro luchador exótico durante una gira en Campeche.
Con el nombre de Pasión Kristal recibió el reconocimiento de gran parte de la región, al grado de llegar a los oídos de ejecutivos de la AAA, quienes consiguieron firmarlo mediante una pelea como prueba en la Ciudad de México, donde recibió el apoyo de otros luchadores exóticos, en especial el de Polvo de Estrellas.
Aquel histórico luchador de 55 años, miembro de la comunidad LGBT+ y uno de los de mayor experiencia en la categoría, fue el primer rival al que se enfrentó, junto a Yuriko y Enigma, bajo los ojos de la capital y de la Triple A. En la esquina de Pasión también estaban Pimpinela Escarlata y Cassandro, los “padrinos” de la primera exhibición de José Gabriel en la Ciudad de México.
Pero debajo del ring, la vida de Pasión Kristal tuvo distintos matices. Desde los 12 años supo sobre su homosexualidad y tuvo que lidiar con distintos actos de discriminación, desde su familia hasta la industria en la que se desempeñó.
Su padre lo abandonó y su familia cuando tenía ocho años, por lo que su madre, Georgina Damián, tuvo que afrontar el futuro junto a sus otros dos hijos mediante la venta de artículos cosméticos; sin embargo, en una entrevista realizada a la revista Replicante, el luchador disfrutó su infancia a pesar de los golpes que recibía de su padre.
José Gabriel labró su camino como luchador a pesar de las discriminaciones y violencia que le impactaron durante sus primeros años, pero fueron esa adversidad la que lo fortaleció al momento de llegar a las máximas organizaciones.
Durante sus primeros años de profesionalismo tuvo que alternar su labor como docente, hasta que llegó el momento de vivir exclusivamente de su profesión como luchador y arriba del encordado, su pasión desde que fue adolescente y que le permitió brillar cómo siempre quiso.
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