Los medios deportivos siempre están en constante evolución, se reconfiguran acorde al paso de los años y cambian sus dogmas según las tendencias que predominan en la sociedad. La rama deportiva no escapa de esta tendencia evolutiva y sus pasos en México se pueden apreciar con varios ejemplos.
Desde las tradicionales narraciones en vivo de Ángel Fernández o Enrique Septién, hasta los programas de debate y análisis como DeporTV o La Jugada, cada uno estableció una época que mantiene un progreso constante. En los últimos años, programas de televisión privada como Fútbol Picante y La Última Palabra se han apoderado de espacios para hablar sobre el deporte popular de México y por supuesto forman parte del desarrollo de la industria.
Al respecto, una de las personas que más crecimiento ha tenido como personaje deportivo es Álvaro Morales, el conductor de ESPN que adoptó un estilo para opinar, debatir y argumentar que le generó críticos y devotos, pero que se encuentra muy lejos de pasar desapercibido.
Álvaro Morales también forma parte de esta evolución que tienen los medios deportivos en México, pero su irrupción en el plano nacional no se dio por casualidad, sino que es producto de un análisis que el comunicólogo efectuó durante sus años de formación profesional.
Quien es asiduo consumidor de su trabajo, en reiteradas ocasiones lo ha escuchado decir frases como “Top de la industria”, “El medio evoluciona” o “Las personas grises no trascienden”, en relación a tomar una postura firme de un tema. Pues todos esos ejemplos forman parte de un modelo existente que vio por primera vez en Estados Unidos, concretamente en un programa de ESPN titulado Cold Pizza.
En una entrevista realizada por Apuntes de Rabona, el comentarista deportivo profundizó respecto al personaje que hoy lo caracteriza en las meses de debate y mencionó este programa como el punto de quiebre donde entendió que la industria estaba cambiando, de acuerdo a su forma de ver.
Cold Pizza fue un programa de revista transmitido en las mañanas por ESPN en Estados Unidos, donde Álvaro Morales vio por primera vez debatir a Skip Bayless, columnista deportivo a quien considera un genio por su forma de cuestionar y argumentar.
El momento en que se percató que debía seguir sus paso fue cuando llevaron al periodista deportivo Stephen A. Smith, quien siguió la pauta argumentativa de Bayless y conformaron un debate sin tintas medias, dos polos opuestos, bien preparados y que se atrevieron a cuestionar sin tapujos “dogmas del deporte”, de acuerdo con Álvaro Morales.
Esto representó una ruptura a los debates tradicionales, que solían llevar un orden establecido, sin levantar la voz y en un mismo tono, por lo que el objetivo del comentarista mexicano fue trasladar ese debate a tierras aztecas y convertirse en un pionero para la forma de opinar, una donde la excentricidad y el entretenimiento también fueran pilares del programa.
En Estados Unidos, el debate entre Bayless y Smith, que empezó como una sección y terminó como un programa llamado First Take de dos horas, rompió los raitings de televisión y se consagró como una nueva forma de presentar un tema o polémica.
El camino que siguió Morales fue adaptar este concepto al mercado mexicano, pero con uno de los principios de ESPN presente, que es ofrecer entretenimiento, por lo que empezó a gestar un personaje argumentado, totalmente parcial, sin la falsa objetividad que pregona el periodismo y con el objetivo de convertirse en un “opinador profesional”.
El papel que hoy representa Álvaro Morales no tiene una contraparte clara en México, pero se puede afirmar que tiene su origen en lo que Skip Bayless y Stephen Smith llevan a cabo en Estados Unidos, junto a otro grupo de colegas que se han sumado al movimiento.
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