El Cruz Azul finalmente levantó su noveno título de liga y puso fin a una de las peores rachas dentro del fútbol mexicano. La afición cementera tuvo que esperar más de 23 años para festejar en el Ángel de la Independencia el éxito nacional de su equipo y gran parte de ese triunfo se debe a su estratega, Juan Máximo Reynoso, el entrenador peruano que se encargó de regresar a La Máquina a la gloria.
La historia del nuevo héroe de La Noria se escribió con letras doradas, pues el destino quiso que el mismo hombre que levantó la copa en 1997, lo hiciera en el 2021 en forma de entrenador. Como si fuera el cierre de un círculo de decepciones, Juan Reynoso se convirtió en la primera persona que consigue una liga como jugador y como entrenador en la historia de Cruz Azul.
En el Invierno de 1997, Reynoso fungió como líder de la zaga que derrotó al León en la final. 23 años después fue el mismo personaje quien guio al cuadro cementero a la gloria, pero esta vez desde los banquillos. Una historia para enmarcar, pero que no hubiera acontecido si en 1987, el joven futbolista hubiera abordado un avión junto al Alianza Lima de Perú.
El 8 de diciembre de 1987, un vuelo chárter de la Fuerza Aeronaval de Perú se desplomó en el océano Pacífico. En él viajaban 16 jugadores del primer equipo del Alianza Lima y seis miembros del cuerpo técnico, quienes perdieron la vida junto a otras 21 personas.
Juan Máximo Reynoso, quien en aquel entonces tenía 17 años, debía estar en esa convocatoria, pues aunque no era titular, ya rotaba junto al equipo y era la gran promesa del entrenador Marcos Calderón; sin embargo, una molestia física le impidió ser considerado para el partido, por lo que permaneció en la capital peruana mientras sus compañeros viajaban a Pucallpa.
El club rentó la aeronave para dos días. Partieron el 7 de diciembre y regresaron un día después, casi de manera inmediata tras derrotar al Deportivo Pucallpa 1-0 en la jornada 18 y mantenerse en la cima del Campeonato Descentralizado de Perú. Partieron rumbo a casa como favoritos al título, pero alrededor de las 20:05 horas, el avión Fokker F-27, con matrícula AE-560, cayó sobre el mar de Ventanilla, a escasos metros de su destino, el Aeropuerto Jorge Chávez.
La razón por la que el avión cayó en el mar a escasos metros de su destino fue una incógnita durante varios días. En aquel momento, la Marina del país sudamericano informó que se debió a una falla de comunicación entre el piloto y la Torre de Control, quienes provocaron un giro a baja altura que finalizó con el avión estrellado en el agua.
Fue hasta 2006 cuando una investigación periodística reveló que el avión sufría fallas técnicas y que el piloto de la aeronave, Edilberto Villar, quien fue el único sobreviviente del accidente, no tenía la experiencia necesaria para volar de noche, por lo que se acusó de negligencia la máxima tragedia en la historia del fútbol peruano.
Juan Reynoso se salvó de viajar con el equipo por una lesión, pero junto a él se quedaron César Espino, expulsado en el partido anterior, y los tres elementos descartados por el entrenador: Benjamín Rodríguez, Juan Illescas y Arturo Guadalupe, los cinco afortunados que puede contar haber evitado el fatídico accidente que se llevó a sus colegas y amigos.
Los cuerpos de rescate consiguieron recuperar algunos cuerpos fallecidos y el del sobreviviente, Edilberto Villar, quien antes de desaparecer, reconoció haber visto con vida a otras tres personas después del impacto. Otros cuerpos jamás fueron encontrados a pesar de que la búsqueda se extendió durante 48 horas.
Tras la tragedia, el torneo tuvo que continuar con Juan Reynoso como uno de los jugadores habituales y con elementos cedidos desde otros clubes de Sudamérica, además de contar nuevamente con Teófilo Cubillas, histórico jugador que tuvo que regresar del retiro.
En 2014 se estrenó una película que está inspirada en gran parte de lo ocurrido en aquel viaje, titulada como F-27 y dirigida por Willy Combe, donde retoman distintas conspiraciones y leyendas de lo que pudo haber ocurrido antes y después del trágico suceso.
Juan Reynoso permaneció en Alianza Lima entre 1986 y 1990, etapa en la que ganó dos torneos Descentralizados y un Metropolitano, antes de ganar la liga con el Universitario de Deportes, título que le sirvió para llegar al fútbol mexicano en 1994.
Nadie sabe cómo se hubieran desarrollado las historias de Cruz Azul, campeón con Reynoso en 1997 como jugador y en 2021 como entrenador, si el zaguero se hubiera subido en aquel avión; además fue el encargado de cortar otras rachas de años sin títulos en Perú con el Coronel Bologensi y Melgar, por lo que su presencia ya fue fundamental en tres instituciones que siempre tendrán el nombre de Juan Reynoso estampado en la historia.
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