.Luego de las advertencias hechas por la Federación Internacional de Futbol (FIFA) a la Federación Mexicana de Futbol (FMF), el juez central del encuentro entre México e Islandia decidió pararlo durante algunos momentos. Desde el primer tiempo, el grito discriminatorio fue emitido por algunos de los asistentes al ATT&T Stadium, de Arlington Texas. Ante la persistencia, el silbante emitió la segunda llamada de atención.
La determinación fue confirmada por medio de la cuenta oficial de la Selección Nacional, pues informó que: “Debido al grito discriminatorio, se ha suspendido el partido momentáneamente. Las personas identificadas cometiendo esta falta han sido retiradas del estadio. ¡Apoya sin ofender a otros!”, por medio del perfil identificado como @miseleccionmx.
Durante la ceremonia previa al inicio del primer encuentro del Tri con afición después de la pandemia, los capitanes de los equipos estuvieron a cargo de emitir un mensaje de concientización. En ese sentido, Andrés Guardado tomó el micrófono e invitó a los asistentes a no encaminar ningún acto que pudiera ser catalogado como discriminatorio para poder erradicar dichas conductas en el ámbito deportivo.
No obstante, desde los primeros momentos del encuentro, algunos sectores de las gradas gritaban la palabra “¡P*to!” cuando el portero Rúnarsson realizaba los despejes desde su arco. Al percatarse de ello, el juez principal dio la indicación e informó a los entrenadores que realizaría la primera llamada de atención. Acto seguido, en el sonido local se informó a los aficionados que comenzaría el protocolo respectivo. Además, apareció un mensaje en las pantallas situadas sobre el centro del campo.
A pesar de ello, los ánimos no se mermaron y el grito continuó escuchándose. No fue sino hasta el minuto 62 que el central tomó el balón y caminó hacia el centro del campo, al mismo tiempo que emitía un mensaje dirigido a Martino. El timonel argentino reaccionó con molestia ante el parón del encuentro, pero no impidió la decisión arbitral.
Conforme a lo establecido por la FIFA, en situaciones de ese tipo, la segunda ocasión que el silbante decida llamar la atención podrá detener el partido por un par de minutos, como sucedió contra Islandia. En caso de ser necesaria una tercera ocasión, puede mandar a los equipos al vestidor por un periodo de hasta 10 minutos. Por último, si el público persiste, cuenta con la facultad de suspender el partido de forma definitiva.
No es la primera vez que dicha conducta le trae conflictos a la Selección Mexicana. Durante la disputa del Torneo Preolímpico de la Concacaf, la afición que asistió al Estadio Akron y Jalisco incurrió en la misma falta. De esa forma, la FIFA abrió un par de investigaciones por su ocurrencia en los partidos frente a Estados Unidos y República Dominicana.
En aquel momento, además de una sanción económica, así como la pérdida de puntos, el Tri olímpico corrió el riesgo de disputar la final sin público. Ante la amenaza, los aficionados evitaron el grito durante el encuentro contra Canadá, por lo que la Federación Mexicana de Futbol no recibió la sanción por parte del máximo órgano.
En tanto, en el partido contra Islandia, la sanción no tuvo que ir más allá de la segunda llamada de atención. Al término de los 90 minutos, México logró remontar el marcador adverso con un par de anotaciones de Hirving Lozano. Con su ingreso a la cancha, así como el de Héctor Herrera, el esquema ofensivo fue ordenado y la contundencia, ausente durante casi tres cuartos del partido, llegó de los pies de la dupla europea.
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