A finales de 2016 Miroslav Klose puso punto final a una carrera espectacular en la que pudo anotar más de 300 goles y levantar la Copa del Mundo con la selección de Alemania. Tras anunciar su retiro se puso a trabajar junto con Joachim Löw en el combinado de su país y más adelante lo hizo en el cuerpo técnico de Hansi Flick, en el Bayern Múnich, aunque su principal objetivo era ser director técnico.
A principios de mayo de este año comunicó su salida del cuadro germano campeón de la Champions League, y si bien se creía que era porque por fin iniciaría su camino como entrenador en soledad, ahora el ex futbolista contó por qué tuvo que apartarse de la institución. Durante un puñado de entrenamientos, había sentido dolores en una de sus piernas y decidió entonces hacerse revisar por los doctores del club.
“Comenzó hace casi tres semanas, de repente tuve un dolor severo en la pierna, que no pude identificarlo. Luego, poco antes de entrar en cuarentena de hotel del Bayern, fui a ver a nuestros médicos para un reconocimiento, porque el dolor en mi pierna estaba empeorando. Al principio pensé que era un nervio pinzado o algo así. El diagnóstico fue un poco impactante para mí”, contó en diálogo con la revista Kicker.
“Me descubrieron dos trombosis en la pierna. Me recetaron medicamentos y de inmediato recibí medias especiales que ahora tengo que usar durante todo el día. Los médicos me dejaron muy claro que no se debe jugar con esta situación. Por primera vez me han prescrito un reposo casi total. No puedo aguantar un golpe, no puedo trotar, no puedo nadar, pero sobre todo no puedo jugar al fútbol. Casi me vuelvo loco en el campo de entrenamiento. No poder patear o demostrar los ejercicios a los jugadores... Simplemente no poder hacer nada de forma activa: ¡Fue cruel! Solo podía pararme en el borde del campo... Eso no funciona, no quiero y no puedo trabajar como un entrenador. Me di cuenta en los días que siguieron que no quiero comenzar mi carrera como entrenador en el fútbol profesional así. Todo o nada. Tengo claro que ahora se trata de mi salud. La salud debe ser ahora una prioridad”.
Por estos días, Klose se encuentra haciendo reposo y tomando medicación y deberá esperar hasta finales de junio para realizar una nueva evaluación para ver cómo ha evolucionado su cuadro.
Con respecto a su futuro, anticipó: “Seguir siendo co-entrenador parece el camino equivocado, incluso si hubiera sido una buena combinación con Hansi Flick como seleccionador nacional, tanto en términos humanos como profesionales. Pero sería el camino más cómodo y no quiero seguir ese camino. Siempre he elegido el camino rocoso”.
Klose es el máximo goleador histórico de los Mundiales con 16 gritos y además se dio el lujo de levantar el trofeo en 2014, cuando su equipo venció a la selección argentina en Brasil. Además, ganó otros ocho títulos, seis de ellos con el Bayern Múnich, aunque nunca pudo ganar la Champions League.
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