La carrera de Sergio Pérez en el automovilismo ha estado llena de altas y bajas, con muchos contrastes, pero llena de oportunidades. El “Checo” se ha abierto puertas con base en su calidad y consistencia, algo que lo tiene este 2021 en su onceava temporada consecutiva al frente de un monoplaza de Fórmula 1.
Fue precisamente este año en el que recibió la oportunidad más grande de su carrera con un automóvil, pues la escudería austriaca, Red Bull Racing, confió en el tapatío para guiarlos al campeonato de constructores junto a Max Verstappen.
Esta elección por parte del equipo encabezado por Christian Horner fue producto de los 10 años de carrera que precedían el currículum de Pérez, en el que presume experiencia con Sauber F1 Team, McLaren y Force India/Racing Point, equipos que no tenían la calidad para pelear por victorias como Red Bull, pero que sirvieron para que otros equipos pusieran sus ojos en el tapatío.
Pero la trayectoria de Sergio en la Fórmula 1 pudo ser radicalmente distinta, pues sus inicios dentro de la categoría dispararon la expectativa sobre el mexicano, quien acababa de ser subcampeón del mundo en la GP2 Series, que es la antesala a la prueba reina del automovilismo.
Luego de quedar por debajo del venezolano Pastor Maldonado, quien firmó con la escudería Williams al año siguiente, Pérez recibió su oportunidad con Sauber F1 Team, quienes le dieron un auto con posibilidades de pelear por puntos y que en su primer año respondió acorde a lo esperado, con las dificultades naturales de una temporada debut.
El despunte de “Checo” se dio en el 2012, su segunda temporada en Fórmula 1, cuando sumó tres podios espectaculares a bordo del Sauber y levantó miradas de otros equipos, en especial aquellos que planeaban un cambio generacional en su dupla de pilotos, entre ellos la histórica escudería de McLaren, y de acuerdo con el propio Pérez, Ferrari.
Por un lado, McLaren le ofrecía un asiento inmediato en el auto que había terminado tercero en el campeonato de constructores y que acababa de abandonar Lewis Hamilton, quien partió a Mercedes; pero por el otro lado, la escudería Ferrari le había prometido un lugar en el equipo pero hasta 2014.
Así lo explicó Sergio Pérez en el podcast Beyond the Grid de 2019, pues afirmó que al haber formado parte de la academia de pilotos de Ferrari, las relación era cercana y los contactos existieron de manera seria, pero antes tenía que tomar más experiencia en el máximo circuito.
Debido al hambre que tuvo por escalar peldaños de manera acelerada, “Checo” firmó con McLaren y fue coequipero del experimentado Jenson Button, pero el resultado final para la icónica escudería fue desastroso, ya que nunca se subieron a un podio y terminaron quintos en el campeonato debido a un monoplaza poco confiable, ni rápido.
Esto provocó que Pérez abandonara la escudería tras solo un año al volante y terminó señalado dentro de la parrilla de Fórmula 1, por lo que la propuesta de Ferrari se desvaneció y tuvo que buscar de manera casi desesperada un nuevo equipo.
Al final la escudería del Cavallino Rampante incorporó a Kimi Raikkonen en el 2014 y firmó una temporada pésima en un auto que dejó de competir por los primeros puestos. Incluso Pérez, quien había sido contratado por Force India, terminó por encima del finlandés en el campeonato de pilotos.
La decisión de moverse a McLaren no dejó bien parada su imagen, pero dotó de experiencia a “Checo” para el futuro, quien decidió no confiar en promesas e ir por todo desde sus primeras oportunidades, pero en el imaginario quedó la posibilidad de verlo vestido de rojo en alguna temporada.
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