A los 81 años falleció Max Mosley, que fue presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) entre 1993 y 2009. Antes de ello y de asumir sus pocas posibilidades al volante de un auto de carrera, fundó el equipo March que corrió por muchos años en la Fórmula 1. También fue un polémico personaje por la influencia nazi de su padre y debió alejarse del automovilismo por un escándalo sexual en 2008.
Antes de que viniera al mundo el 13 de abril de 1940, su padre, el millonario Oswald, fue simpatizante de Hitler y lideró la Unión Británica de Fascistas de extrema derecha. El movimiento se alineó con el dictador italiano Benito Mussolini y Adolf Hitler, quien estuvo presente en la boda de Oswald con Lady Mitford, según cuenta The Sun y que fue en la casa del jefe de propaganda nazi Joseph Goebbels.
Mosley también estudió en la Universidad de Oxford, donde se formó como abogado y se convirtió en un experto en el derecho de patentes y marcas registradas.
Siempre negó haberse involucrado en actos de violencia en nombre del partido de su padre y afirmó que se separó de ellos en 1963. Pero fue fotografiado en manifestaciones junto a Oswald en 1962, cuando los neofascistas marchaban por el barrio judío de Hackney coreando “Judíos fuera”. Por ello fue arrestado. Fue acusado de conducta amenazante, pero fue absuelto por un tribunal al día siguiente cuando esgrimió que estaba defendiendo a su padre.
A esa altura Mosley ya estaba vinculado al automovilismo donde corrió más de 40 carreras en categorías menores y hasta llegó a participar de una competencia sin puntos de la Fórmula 1 en el Autódromo de Jarama, a las afueras de Madrid, en 1969, donde con un Lotus 59 desertó por fallas mecánicas. De todas formas asumió que ser piloto no era lo suyo y junto a su gran amigo, Bernie Ecclestone, empezó a hacer su camino abajo de los autos.
Ese año fundó la escudería March que corrió en la F1 y en otras divisionales de promoción. En la Máxima fue un equipo más comercial que competitivo y proveyó de sus autos a otras escuadras. En su escudería oficial corrieron pilotos de la talla de Ronnie Peterson, Niki Lauda, Andrea de Adamich y Henri Pescarolo, y también Lella Lombardi (con el equipo Lavazza), que fue la única mujer en sumar puntos en la Máxima.
Con Ecclestone crearon la Asociación de Constructores de Fórmula 1 (FOCA por su sigla en inglés), que tuvo un conflicto con la FIA por el reparto de dinero de las televisaciones y publicidades de la F1. Prevalecieron con la creación del Pacto de la Concordia que desde 1981 establece las reglas de la categoría. Cuando Mosley llegó a la presidencia de la FIA, ambos tuvieron el control total. Uno, Ecclestone, siguió controlando la categoría y Mosley, quedó a cargo del ente que rige la actividad.
Tras la renuncia de Jean-Marie Balestre (gran rival de Ecclestone) a la presidencia de la FIA, Asumió en 1993 y la primera gran falla fue eliminar el control de tracción en los coches de F1 que se volvieron más peligrosos en 1994. En el Gran Premio de Imola de ese año, se mataron Ayrton Senna y Roland Ratzenberger. Luego Mosley trabajó mucho por la seguridad ya sea en los autos como en los circuitos.
En 2009 se encaminó hacia una nueva reelección, pero un escándalo sexual se lo impidió. Un año antes el diario News of the World publicó fotos de una sesión de sexo sadomasoquista con prostitutas. El periódico informó que era una “orgía nazi enferma”, pero luego de una demanda por violación a la intimidad, el juez no encontró evidencia de temas nazis y le ganó el juicio al medio.
Ese episodio le costó su carrera política en la FIA y su matrimonio con Jean, con quien tuvo dos hijos. Uno de ellos, Alexander, murió a los 39 años en 2009 y el forense dictaminó que la muerte se debió al abuso de drogas no dependiente.
Luego Mosley se dedicó a inyectar millones de libras en campañas contra la prensa. También financió a un nuevo regulador de prensa, Impress, y también lanzó un intento por evitar que la prensa hablara de su orgía.
En los últimos años enfermó de cáncer y hoy la noticia de su muerte la dio a conocer el propio Ecclestone: “Murió anoche. Él era como una familia para mí. Éramos como hermanos. Estoy complacido en cierto modo porque sufrió durante demasiado tiempo”.
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