Era el día soñado para Charles Leclerc que, después de una accidentada sesión clasificatoria, había logrado la pole position en su tierra natal. El piloto de Ferrari iba a salir desde la primera línea en el GP de Mónaco, un circuito en el que los sobrepasos y adelantamientos resultan complicados por lo estrecho que es el circuito.
Sin embargo, a minutos del inicio, la escudería italiana anunció oficialmente que su corredor de 23 años no iba a disputar la carrera por problemas en la caja de cambios.
Todo se originó con el choque que protagonizó Leclerc durante el último corte clasificatorio. Tras golpear la parte trasera con una de las curvas y colisionar con una de las vallas de seguridad se encendieron las alarmas, pero Ferrari llevó tranquilidad al asegurar que no había detectado ningún contratiempo en el monoplaza.
Los mecánicos del Cavallino Rampante informaron tras un doble chequeo que la caja de cambios se encontraba en buenas condiciones para competir éste domingo tras el choque del sábado. Incluso habían afirmado que, en el caso de encontrar algún problema en ella la hubieran sustituido a pesar de las consecuencias que eso le traería: una sanción de cinco posiciones.
Afortunadamente, en un principio, Leclerc no iba a perder la pole ya que no se habían detectado anomalías, pero cuando llegó el momento de la última prueba en pista antes de salir a competir, la situación tomó un vuelco inesperado.
40 minutos antes del inicio, los pilotos salieron a la parrilla y fue en ese momento cuando el joven corredor monegasco notó un desperfecto por el que comenzó a ralentizar su ritmo. Rápidamente se llevó las manos a la cabeza al notar que sí había un problema en su automóvil.
Cuando el monoplaza llegó a boxes, los mecánicos volvieron a inspeccionarlo en el interior del taller. Sin tiempo para reparaciones el equipo italiano informó que Leclerc no correría en su tierra natal. Al mismo tiempo advirtió que el problema no estaba en la caja de cambios en sí, sino en un semieje del sector izquierdo.
“Charles no comenzará la carrera debido a un problema con el eje de transmisión izquierdo que es imposible de solucionar a tiempo para el inicio de la carrera”, informó Ferrari a través de su cuenta oficial de Twitter.
Con esa decisión la parrilla quedó sin un líder. Max Verstappen se posicionó en segundo lugar pero sin un vehículo por delante suyo y Carlos Sainz (cuarto), fue el único representante de Ferrari.
El Gran Premio de Mónaco es uno de los circuitos más destacadaos en la historia de la máxima categoría de automovilismo. Este trazado de 3,337 kilómetros por las calles del Principado es una prueba real del talento para los pilotos, que tiene un margen de error muy bajo por la cercanía de los muros y las numerosas dificultades que hay a lo largo de las 78 vueltas. Cada curva tiene su historia, su complejidad y puede ser difícil para cualquier competidor.
SEGUIR LEYENDO