LeBron James fue el MVP del partido. Insistió a pesar de una lesión de tobillo, de una gran desventaja en la primera mitad y de que le metieran un dedo en un ojo en el último cuarto para añadir otra gran noche a su impresionante currículum.
Como si fuera poco, el referente de los Ángeles Lakers encestó un triple lejano que rompió el empate en la pizarra a 58.2 segundos del final para vencer a los Golden State Warriors por 103-100 en el mini torneo de repesca de la Conferencia Oeste.
“Después del dedo en el ojo, veía tres aros y lancé al del centro. Por suerte, pude anotar”, bromeó El Rey en diálogo con ESPN después del partido. Finalmente terminó con 22 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias para su sexto triple-doble de la temporada. “Ya me habían metido el dedo en el ojo antes”, agregó.
En esta ocasión, el responsable de dicha falta fue Draymond Green mientras LeBron conducía la pelota a la canasta a 2:07 de la chicharra final. Tras una jugada con Alex Caruso, James penetró la defensa rival y cuando intentó saltar para colgar el balón se topó con la mano de Green, cuyos dedos terminaron dentro de sus ojos en una acción desafortunada.
Tras unos instantes en el suelo, el alero de 36 años logró recomponerse y anotar uno de los dos tiros libres que se le concedieron. Las repercusiones fueron casi instantáneas, como la del jugador de los Blazers, C. J. McCollum, quien automáticamente tuiteó de forma irónica: “Actor del año”, y “LeBron no se resbaló, quería descansar para tirar los libres”.
Al término del encuentro, el ex Cleveland aseguró que los veteranos Jared Dudley y Markieff Morris influyeron para dar vuelta el resultado: “Nos dijeron que había que levantar esa mierda. Cuando hombres como ellos te hablan así, tienes que escuchar”.
La franquicia de Los Ángeles llegó al descanso con una desventaja de 13 puntos y siguió a 12 en la mitad del tercer cuarto, antes de iniciar la remontada. El campeón vigente de la NBA no logró ponerse por delante hasta una bandeja de Kyle Kuzma a los 56 segundos del último cuarto que puso el 81-79 en la pizarra.
Los Warriors, en tanto, tuvieron una ocasión de forzar el tiempo extra, pero Kent Bazemore realizó un mal pase interno que derivó en el triunfo de los Lakers, que lograron el séptimo boleto a los playoffs y en primera ronda se medirán a Phoenix.
“En el vestuario he visto a jugadores enfadados, frustrados, cabreados porque no hemos rematado el trabajo. Pero estaremos listos para el viernes… el partido del año”, sentenció Stephen Curry de cara al próximo duelo frente a los Memphis Grizzlies.
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