El mundo del boxeo mexicano alberga a un sin fin de leyendas que marcaron un legado en distintas épocas ya sea por su estilo de pelea o por los espectáculos mostrados dentro del cuadrilátero. Uno de ellos es José Ángel Nápoles mejor conocido como Mantequilla Nápoles, quien fue un púgil campeón mundial del peso wélter de la década de los años sesenta y setenta.
La historia de José Ángel inició en Cuba, su lugar de origen, empezó con su entrenamiento y profesionalización en el deporte. Pero en 1959, cuando Fidel Castro tomó el poder político del país prohibió la profesionalización del deporte, por lo que los boxeadores no podrían continuar ejerciendo su carrera.
Fue así como en 1961 Nápoles decidió migrar a México con el objetivo de continuar con la práctica del boxeo. El recibimiento que tuvo en el país le favoreció para catapultar su carrera y alcanzar la fama. Incluso adquirió la nacionalidad mexicana para continuar arriba de un ring.
Tras algunos combates exitosos, el 18 de abril de 1969 tuvo la oportunidad de enfrentar al estadounidense Curtis Cokes para competir por el título mundial de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en la categoría semi medio.
La pelea sería de 15 asaltos, ya que en aquel tiempo las peleas por títulos mundiales exigía ese número de rounds, pero al finalizar el número 13, Mantequilla propició un golpe contundente que dejó tendido a Cokes y los jueces le dieron la victoria al nacionalizado mexicano por la vía del nocaut.
La primera defensa de los título de Ángel Nápoles fue ese mismo año pero en el mes de junio donde enfrentó en una revancha al norteamericano. En esta ocasión el combate se realizó en la Ciudad de México y cientos de aficionados vieron la pelea.
Para el décimo asalto, Mantequilla Nápoles volvió a demostrar superioridad en el ring y derrotó a su rival, confirmando sus campeonatos. A partir de ese momento, la popularidad de su figura fue en aumento.
Su apodo nació de su técnica de defensa y la capacidad de recibir pocos golpes. Para 1970 el mexicano-cubano perdió sus cinturones ante Billy Backus al cuarto asalto, pues el puño del norteamericano le causó una herida profunda en el arco superior del ojo, por tal motivo Mantequilla ya no pudo salir para un quinto round.
A pesar de ello, el púgil se preparó para una revancha y un año después lo volvió a enfrentar y lo mandó a la lona al asalto número 8 volviéndose a coronar campeón.
Posteriormente probó suerte en la división del peso medio, el 9 de febrero de 1974; sin embargo, fue superado por el argentino Carlos Monzón. En aquel polémico combate, los espectadores afirmaron que Mozón le clavó el pulgar en el ojo del cubano, por lo que le nubló la vista y favoreció el combate para el argentino.
Dicha anécdota inspiró al escritor Julio Cortázar para escribir el cuento La Noche de Mantequilla donde narró la pelea de Mozón y Nápoles.
La figura del campeón llegó a ser ilustrado en las tiras cómicas e historietas donde Mantequilla combatía a los delincuentes que atacaban a la capital mexicana. Además, participó en la película Santo y Mantequilla Nápoles en la Venganza De La Llorona estrenada en 1974.
Para 1975 renunció al cinturón de la AMB por no hacer la defensa obligatoria ante el puertorriqueño Ángel Cholo Espadas. Su último combate fue en diciembre del mismo año.
Tras su retiro Nápoles fue ingresado al Salón de la Fama del Boxeo en 1984 y al Salón Internacional de la Fama del Boxeo en 1990. Los últimos años de su vida los pasó en Ciudad Juárez, enfrentó problemas económicos que lo dejó sin hogar y sustento, por lo que recibió ayuda del CMB.
El 16 de agosto de 2019, el mismo Consejo Mundial informó sobre el fallecimiento del peleador debido a problemas cardiacos, perdió la vida a la edad de 79 años.
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