Este miércoles River saltará al campo de juego para afrontar uno de los partidos más difíciles de su historia contra Independiente Santa Fe, debido a que no podría presentar siquiera 11 jugadores en el terreno de juego por los contagios masivos de coronavirus que sufrió su plantel y además, entre sus 10 titulares, ninguno es arquero. Mientras Marcelo Gallardo piensa cuál de sus dirigidos está más apto para ubicarse debajo de los tres palos de uno de los arcos del Monumental para el duelo por la Copa Libertadores, los posibles candidatos buscarán hacer historia, como ya lo han hecho otros que han pasado por situaciones similares.
Si bien no hay registros en los últimos tiempos de un equipo que haya ubicado a un futbolista de campo como arquero desde el inicio de un encuentro, hay cientos de casos en todo el mundo de jugadores que lo hicieron de improvisto durante algunos minutos debido a que su arquero se lesionó o fue expulsado. Lamentablemente para River, en la mayoría de estos episodios el resultado terminó siendo desfavorable para el elenco que se vio obligado a aplicar este recurso, sin embargo hay algunos profesionales que se han convertido en héroes.
El antecedente más reciente en el Millonario fue un 28 de abril por el Torneo Clausura 2002, cuando en un cruce ante Racing disputado en el Monumental, Ángel Comizzo vio la tarjeta roja por agredir a Chiche Arano. Como el conjunto que por entonces era dirigido por Ramón Díaz había agotado las variantes, el arquero le cedió sus guantes a Martín Demichelis, que había debutado meses antes. El cuadro de Avellaneda se encontró así con un tiro libre al borde del área cuando marcador estaba todavía 0-0 y si River perdía, Gimnasia iba a quedar como único puntero a tres fechas para el final.
Afortunadamente para el local, Claudio Ubeda estrelló su disparo en la barrera y de esa contra llegó el tanto de Nelson Pipino Cuevas, quien emprendió una histórica carrera para dejar en el camino a Gustavo Camagnuolo y definir el 1 a 0 final. El River de Ramón terminó siendo campeón de aquel Torneo y Demichelis fue héroe de la consagración por ese clásico ante Racing.
En septiembre de 2012, por la 5ª fecha del Torneo Inicial, Agustín Pelletieri escribió su nombre en las páginas de oro de Racing en un compromiso ante San Martín de San Juan, cuando le tocó ir al arco en lugar de Jorge de Olivera, que se había ido expulsado. El ex mediocampista de Lanús tuvo la dificil tarea no sólo de ponerse los guantes, sino además de atajar un penal. El número cinco dejó una imagen icónica en el Cilindro de Avellaneda al adivinar las intenciones del ejecutante, Gastón Caprari, y volar hacia su derecha para bloquear el tiro con su mano extendida, para luego arrojarse sobre la pelota, capturar el rebote y provocar la ovación del público en lo que fue triunfo por 3 a 1 del elenco que por entonces dirigía Luis Zubeldía.
Un caso particular también en la Argentina es el de Facundo Parra. Al delantero le tocó atajar en 2011 por la Copa Libertadores en una victoria por 1 a 0 de Independiente ante Peñarol en el Estadio Centenario, después de una expulsión de Fabian Assmann casi sobre el final del partido. Faltaba poco tiempo para que termine el duelo por lo que el goleador del Rojo no tuvo intervención alguna, pero lo más curioso es que ya tenía experiencia. Es que en 2006, cuando defendía los colores de Chacarita en la B Nacional, también tuvo que atajar unos minutos nada menos que en un clásico contra Platense, porque Martín Barnacchia había visto la tarjeta roja. En esa ocasión, Jorge Gastón Ribolzi aprovechó su inexperiencia y estableció el 1 a 1 al ejecutar un tiro libre al palo donde se encontraba Parra, quien no pudo despejar el remate.
Juan Carlos El Chango Cárdenas, uno de los máximos ídolos de la historia de Racing por haber sido el autor del gol con el que el cuadro de Avellaneda superó 1 a 0 al Celtic y se coronó campeón Intercontinental en 1967, también tuvo su breve ciclo como arquero. Fue en 1971 en un partido ante Rosario Central que estaba 2 a 1 en favor de La Academia. A los 28 minutos, el local se encontró con un penal que de convertirlo significaría el empate parcial y el encargado fue Landucci. Sin embargo Guibaudo se lo tapó, no una, sino en dos ocasiones, porque el árbitro obligó a repetir la ejecución al cobrar adelantamiento del arquero.
En la segunda atajada, el juez se cansó de la desobediencia del guardameta de Racing y lo expulsó, por lo que Cárdenas se colocó debajo el travesaño, con la particularidad de que no utilizó guantes. Rosario Central cambió al ejecutante y esta vez fue el turno de Gramajo, pero el Chango adivinó sus intenciones y tapó sobre su izquierda el disparo bajo. El partido terminó 2 a 1 con victoria para los de Avellaneda.
Los casos no se limitan solamente a la Argentina. El brasileño Felipe Melo, por ejemplo, tuvo que ir al arco cuando jugaba en el Galatasaray en 2012 por la expulsión del uruguayo Fernando Muslera, en un compromiso frente al Elazigspor por la liga turca de aquel año. El ahora jugador del Palmeiras le atajó un penal en el último minuto a Göksu Türkdogan y permitió que su equipo ganara 1 a 0.
Más increíble aún fue lo que vivió el defensor rumano Cosmin Moti en un partido entre el Ludogorets y el Steaua Bucarest por la ronda previa de la Champions League 2014. El futbolista tuvo que ir al arco por la expulsión del arquero Vladislav Stoyanov en el último minuto de la prórroga y entonces le tocó ocupar ese puesto en la ronda de penales. El rumano fue el héroe de aquella noche al atajar dos remates y convertir el suyo para darle al equipo búlgaro un lugar en la fase de grupos de la máxima competición europea a nivel clubes por primera vez en la historia.
Pero sin dudas el futbolista más emblemático que tuco que ir al arco fue Pelé. Un 4 de noviembre de 1959 el brasileño asumió el rol de guardameta debido a que el portero Gylmar había visto la roja en un duelo ante Gremio que definía al finalista del campeonato. El reloj marcaba los 87 minutos y el marcador estaba 4-3, entre otras cosas gracias a que O Rei había marcado un hat-trick, cuando el crack brasileño se puso el buzo negro. “Hizo unas salvadas fantásticas para mantener el resultado. Fue un buen arquero, liviano y flexible, como si pudiera volar”, declaró en aquel entonces su compañero Pepé, después de que el partido terminara 4-3.
Este miércoles un jugador de River tendrá la oportunidad de ser héroe bajo los tres palos ante Independiente Santa Fe por la Copa Libertadores. Los tres nombres que primero picaron en punta para cumplir con la extraordinaria tarea en el trascendental encuentro de mañana, fueron Maidana, el juvenil Lecanda y Casco. Sin embargo en las últimas horas se sumó otro nombre a los posibles goleros improvisados: Carrascal.
SEGUIR LEYENDO: