La participación de Cruz Azul en liguilla durante la última década ha sido una de las más frecuentes. Aunque todas ellas han estado definidas por sus buenas actuaciones y eliminaciones en momentos cruciales, existe una que evoca uno de los episodios más violentos en el futbol mexicano. El 15 de mayo de 2011, los jugadores de Cruz Azul protagonizaron una pelea contra los de Monarcas Morelia en el partido de vuelta de la semifinal.
La antesala de la final enfrentó al tercer y quinto lugar de la tabla general. Cruz Azul, al ser el menos favorecido con el puntaje, recibió la visita de los morelianos en el Estadio Azul de la Ciudad de México el 12 de mayo. Con una gran actuación, los celestes se impusieron como locales con goles de Christian Giménez y Emanuel “Tito” Villa. Además, lograron mantener el cero en su portería, por lo que lucían como favoritas en la vuelta.
Tres días después, las acciones dieron inicio en la cancha del Estadio Morelos. Lo que pareció ser una ventaja cómoda para los de la capital cambió de perspectiva apenas en el minuto ocho. Rafael Márquez Lugo fue el encargado de abrir el marcador al rematar un centro de tiro libre con la cabeza.
Los aventajados en el marcador global buscaron ajustar su esquema oportunamente. Sin embargo, una imprecisión defensiva habilitó, de nueva cuenta, a Lugo. El goleador corrió por un hueco y definió con un sombrerito que superó a José de Jesús Corona. La ventaja obtenida durante el primer encuentro se emparejó en los primeros diez minutos del encuentro de vuelta.
El partido siguió su curso, pero sin goles. Con la intención de marcar un gol que les diera el pase a la semifinal, los celestes buscaron generar todas las oportunidades posibles. No fue sino hasta el minuto 88 cuando llegó la sentencia definitiva de los pies de Jaime Lozano. En un contragolpe, Miguel Sabah habilitó para Jaime Lozano y con un certero golpe cruzó el balón para marcar el tercer gol de la noche. Cruz Azul, una vez más, quedó tendido en el camino.
No obstante, el violento episodio comenzó algunos segundos después. Cuando el partido estaba por reanudarse, un aficionado burló la seguridad y se metió al campo. Se acercó a Gerardo Torrado, con la intención de darle la mano, pero el “Chaco” Giménez agredió al espontáneo. Este respondió con un puñetazo y todos los jugadores se dirigieron al lugar. El portero visitante lo abrazó y lo llevó hacia fuera de la cancha, pero detrás suyo los jugadores comenzaron a forcejear.
Chaco, de Cruz Azul, y Aldo Leao, de Morelia, fueron los personajes que se convirtieron en el centro de atención debido a las agresiones que encaminaron. Con la frustración de haber sido superados en un contexto que parecía finiquitado tres días antes, algunos jugadores de la máquina se sumaron a las agresiones. En un par de segundos la atención del público se centró en la zona más cercana a las bancas.
Ante ello, los miembros del cuerpo técnico y jugadores suplentes también atravesaron el límite del campo. Unos tuvieron la intención de tranquilizar a los jugadores involucrados. En tanto, otros se sumaron a la gresca. En ese sentido, el preparador físico de los Monarcas también soltó puñetazos, por lo que fue enfrentado por José de Jesús Corona en uno de los rincones del campo. Luego de cruzar palabras, el arquero le dio un cabezazo en la nariz a Sergio Martín.
Al cabo de unos minutos, los ánimos se tranquilizaron. El árbitro Francisco Chacón terminó por expulsar a Christian Jiménez, Isaac Romo de Cruz Azul, así como a Miguel Sabah de Morelia. Además, tanto Tomás Boy como Enrique Meza, los entrenadores, fueron obligados a abandonar el terreno de juego. Con el pitazo final, Monarcas logró pasar a la final, aunque perdieron contra los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por el marcador global de 3-2.
La escena entre Corona y Martín fue captada por las cámaras de televisión. De hecho, el portero fue objeto de una severa sanción en la Federación Mexicana de Futbol (FMF), que lo suspendió durante seis encuentros, así como baja de la convocatoria para la Copa Oro 2011.
Al enterarse de la sanción, el arquero declaró en conferencia de prensa que “Sé que fallé y me descontrolé, pero se debe de analizar lo que pasó. Me dedico a jugar, a trabajar, nunca he tenido conflicto. Esto se ha agrandado mucho, es un error y ¿por eso me dejarán fuera de Selección?”.
Diez años después, Cruz Azul busca de nueva cuenta la clasificación a las semifinales del torneo. En esta ocasión deberá sobreponerse a Toluca, quien le sacó la ventaja por 2-1 durante el partido de ida disputado en el Estadio Nemesio Diez.
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