Las historias de terror que existen alrededor de los temblores que han sacudido la Ciudad de México nunca terminan, pues cada ciudadano sobreviviente tiene la oportunidad de contar la suya, en especial tras el terremoto del 19 de septiembre de 1985, día en el que murieron más de 3 mil 500 personas a causa de los edificios desplomados.
Alrededor del fútbol mexicano no escapan las anécdotas, pues varios jugadores que radicaban en la capital del país han hablado al respecto, pero una de las que no ha sido tan difundida es la que en alguna ocasión platicó Manuel Negrete, estrella de la selección en el mundial de 1986 y actual alcalde de Coyoacán, en la Ciudad de México.
El mediocampista que brilló con los Pumas relató la forma en que la selección mexicana fue obligada a viajar a Los Ángeles, Estados Unidos, para disputar dos partidos amistosos contra Perú, a escasos minutos de sentir el movimiento telúrico más importante de sus vidas.
“Estábamos en un hotel en frente del aeropuerto a las 7:19 de la mañana, porque nos citaron a las 7:30 y lamentablemente sucedió ese acontecimiento. Parece que no íbamos a salir, se revisó la pista y todo. Nos sacaron porque la Selección Mexicana tenía ese compromiso y lo vivimos fuera”, platicó Negrete de acuerdo con el periodista Daniel Blumrosen Juárez.
“Llegando a Los Ángeles, había muchos periodistas y pensé que era muy importante el partido. Mi sorpresa fue que todas las preguntas iban encaminadas a cómo estaba México, cómo lo habíamos dejado. Cuando llegamos al hotel, prendimos la televisión y vimos muchas escenas”, afirmó Negrete.
En aquel momento, establecer conexión con México era una tarea titánica y prácticamente nadie podía mantener una comunicación estable, por lo que los jugadores mexicanos llegaron como viva voz de lo que acababa de acontecer en la capital mexicana.
En otro relato presentado por TUDN en 2017, personajes como Pablo Larios, Miguel España y Fernando Quirarte confirmaron esta versión y desencajados afirmaron que ellos no supieron realmente la magnitud del temblor hasta que aterrizaron en la ciudad de Los Ángeles.
Lo más insólito fue el discurso que les otorgaron los directivos, quienes tras aterrizar le dijeron a los jugadores “No pasó nada, ya nos comunicamos con las casas de todos ustedes y están bien, pero de alguna forma nos cuentearon” afirmó Pablo Larios.
México disputó dos partidos amistosos, ambos contra Perú. El primero aconteció el 20 de septiembre y terminó 0-0, mientras que el segundo concluyó 1-0 a favor de los aztecas con gol de Carlos Hermosillo, disputado dos días después.
“Tengo entendido que fue el último vuelo que salió y ya llegando a Estados Unidos nos enteramos de la catástrofe. Allá las noticias eran fatalistas. Estuvimos muy inquietos y la mayoría ya nos queríamos regresar. Teníamos el compromiso pero no se jugó tan tranquilamente”, mencionó Miguel España.
Los protagonistas finalmente regresaron a sus casas hasta el 23 de septiembre, cuatro días después de la tragedia mexicana que cimbró al mundo y que provocó reacciones desde distintas latitudes relacionadas al mundo del fútbol.
Menos de un mes después, la selección mexicana volvió a disputar partidos preparativos contra Libia, Yemen del Norte, Jordania, Egipto y Kuwait. Aquel año estuvo plagado de juegos amistosos para México que llenaron el calendario de los futbolistas aztecas, mientras el entonces Distrito Federal continuaba su reconstrucción.
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