La carrera de entrenador de Héctor Cúper es un tanto particular. El santafesino dio sus primeros pasos con el buzo de DT en Huracán en 1993, un año después de haberse retirado como jugador allí. Luego dirigió a Lanús, donde obtuvo su único título internacional, y optó por trazar su camino en el exterior, pasando por varios continentes, clubes y selecciones.
Tras quedarse con la Copa Conmebol en 1996, un par de años después de ser segundo con el Globo en el Clausura 1994, emigró hacia Europa, donde ganó dos supercopas españolas con el Mallorca (1998 y 1999), y sufrió las injusticias del destino cuando los éxitos se le escaparon de la mano en los años siguientes.
Con el club de las Islas Baleares perdió la final de la Copa del Rey en 1998 y la Recopa de Europa en 1999. Después llevó al Valencia a las finales de la Champions League en el 2000 y 2001, pero besó la lona ante el Real Madrid y Bayern Munich, respectivamente.
En la temporada 2002/2003 hizo una gran campaña con el Inter de Milán, pero fue subcampeón detrás de la Juventus. Y en su paso por la liga griega al mando del Aris Salónica, no pudo con el Panathinaikos en el partido definitorio por la Copa nacional.
Luego de un breve paso por el Betis y otro en el Parma, Cúper se sumó a un exótico proyecto con el seleccionado de Georgia. Su primera experiencia al frente de un combinado nacional. Si bien sólo permaneció durante una temporada, el argentino volvió a la liga española para asumir el cargo en el Racing de Santander, antes de partir hacia el Orduspor de Turquía y el Al Wasl de los Emiratos Árabes Unidos.
En 2015 se sumó al sueño egipcio al encaminar la clasificación de Los Faraones hacia la Copa del Mundo que organizó Rusia en 2018. En febrero de 2017 llevó a su equipo a la final de la Copa Africana de Naciones. Sus dirigidos empezaron arriba en el marcador ante Camerún, pero los Leones dieron vuelta la historia con un gol agónico, a falta de un minuto para el último pitazo. Otro golpe en su carrera. Sin embargo, su recuerdo es muy positivo por lograr la histórica presencia de Egipto en el Mundial de Rusia (integró el Grupo A junto a Uruguay, el combinado local y Arabia Saudita).
Si bien perdió sus tres compromisos en la fase inicial, Cúper fue contratado para llevar su experiencia al representativo de Uzbekistán, pero en 2019 dejó el cargo. En las últimas horas, se confirmó su contratación en la República Democrática del Congo, luego de un año y medio sin dirigir.
El argentino causó una verdadera revolución en el fútbol africano, pero carga con una cruz desde hace muchos años. Las frustraciones deportivas lo transformaron en blanco de una crítica desmedida y quedó emparentado con la derrota y el fracaso. Tiene bastante semejanza con el caso Marcelo Bielsa: reconocidos en el extranjero, bastardeados en el medio local. Como alguna vez dijeron desde su círculo íntimo, no hay profetas en sus tierras.
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