La cuarta jornada de la Fórmula 1 volvió a ser protagonista de una intensa lucha entre Lewis Hamilton y Max Verstappen. En esta ocasión, la disputa se llevó en el GP de España, la cual trajo consigo una polémica que salió a la luz después de las declaraciones del británico ante la prensa.
“Los Red Bull son muy rápidos en las rectas. Tienen este alerón flexible en la parte trasera de su coche que han puesto hoy y han ganado al menos tres décimas con él”, aseguró el campeón defensor de la corona en diálogo con Sky Sports.
Unas palabras que rápidamente abrieron el debate, debido a las reformas a las que había sido sometido el monoplaza y que podrían incumplir el artículo 3.8 del reglamento de la FIA.
La norma mencionada señala que “los componentes que influyen en el rendimiento aerodinámico del monoplaza deben estar asegurados rígidamente a la parte del coche totalmente suspendida”. Siguiendo esta definición, Hamilton se quejó al entender que Red Bull hizo uso de ese alerón flexible para aumentar su velocidad en las líneas rectas, mientras que en las curvas volvía a su posición normal.
Después de hacerse eco de esas declaraciones fue el propio Christan Horner, director de la escudería austriaca el que salió en defensa de los cambios que habían llevado a cabo: “El coche ha pasado por todas las pruebas y la FIA está satisfecha”.
“Me sorprendió ver sus comentarios, porque es algo que Toto (Wolff, director de Mercedes) me ha mencionado anteriormente en privado. Así que dudo que sea la opinión de Lewis. Probablemente vino de otra parte”, consideró.
Al mismo tiempo, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) no tardó en pronunciarse con un escrito en el que entendió que los alerones traseros habían pasado las pruebas previas al evento, aunque notaron “desviaciones excesivas mientras los autos están en movimiento”.
Sin dar nombres, el jefe técnico de monoplazas de la FIA, Nikolas Tombazis, detalló que las deformaciones a las que se refiere la entidad “pueden tener una influencia significativa en el rendimiento aerodinámico de un automóvil y, por lo tanto, podría considerarse que contravienen las disposiciones del artículo 3.8”.
“Estaremos atentos a cualquier comportamiento anómalo de la deformación del alerón trasero. En particular, no toleraremos ninguna deformación persistente fuera del plano que pueda ser ideada para eludir la carga simétrica aplicada en las pruebas de deflexión de carga. Si observamos alguna característica que indique explotación de esta área, introduciremos más pruebas de deflexión de carga según sea necesario”, determinó.
Consultado sobre el hecho de que Red Bull estuviera al límite de incumplir el reglamento, Toto Wolff no quiso involucrarse demasiado: “Es muy divertido. Sí, lo hemos discutido (con Horner), pero… todo el mundo… no, no quiero comentar nada de eso. Lo siento”.
Mientras tanto, la FIA ha informado a los equipos que el próximo 15 de junio habrá nuevas pruebas de deflexión de carga. Los medios especializados confirmaron que el ente regulador de la competencia planea poner cámaras a bordo de los vehículos para monitorear el comportamiento de los pilotos para intentar detectar cualquier movimiento extraño en la carrocería.
En medio de estas sospechas, el campeonato continuará su curso en Mónaco el próximo 23 de mayo. Allí, el holandés de Red Bull intentará conseguir el primer lugar en la tabla, el cual hoy ocupa Hamilton con 94 puntos, 14 unidades más que él.
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