La memoria del fútbol mexicano alberga una de las grandes anotaciones realizadas en un Mundial de Fútbol, Manuel Negrete Arias fue el encargado de realizar una de los goles premiados por la FIFA en la Copa Mundial de 1986, cuando México fue la sede anfitriona del certamen y alcanzó a clasificas a los cuartos de final.
Pero antes de que llegara ese momento sublime de su carrera, el mediocampista estuvo deambulando en búsqueda de un equipo, ya que las puertas de los clubes se le cerraban y estaba perdiendo la oportunidad de fichar con un equipo de primera división.
En entrevista con Francisco Javier González para su cuenta de Instagram, Negrete detalló cómo fue su búsqueda que terminó con su debut con el Club Universidad en septiembre de 1979, persiguió una de sus metas que desde niño se planteó, ser un jugador profesional.
“Yo estaba en Cruz Azul y luego jugué en el Pachuca de la segunda división y no me habían dado la oportunidad. Llegué a Pumas y ahí, yo creo, fue la parte más importante de mi carrera”, confesó el ex jugador.
De joven participó en un equipo local “de la cuadra”, según definió el ex dorsal número 22. En una de sus participaciones dentro de los torneos que realizaban en la Ciudad de Altamirano compitió contra Cruz Azul; debido a sus cualidades como jugador y la facilidad con la que anotaba goles fue invitado a integrarse a los entrenamientos de la máquina cementera.
“Del barrio te ven, juegas contra equipos de Cruz Azul. Nosotros nos enfrentábamos en una liga menor del fútbol y de ahí me vieron y me invitaron y me fui a entrenar a Reynosa. Estuve un año y medio pero tenía 16 años, realmente fue el inicio”, detalló el actual militante político.
Dejar su estado natal para emprender su formación como profesionista lo calificó como parte de un proceso de aprendizaje que lo preparó para sus siguientes pasos en el deporte del balompié. A la par que entrenaba con Cruz Azul, ya en la capital mexicana, iba al Estadio Azteca como recogepelotas.
A pesar de sus esfuerzos con los cementeros no se concretó su debut, más tarde el club lo prestó con los Tuzos y continuó jugando en la segunda división. Para su regreso con Cruz Azul, notó que la institución deportiva no le hacía caso por lo que decidió emprender estrategias y buscar más opciones.
“Me fui a Pachuca prestado, regresé y seguían sin hacerme caso. Entonces dije ‘no, ya me voy’ y don Jesús Álvarez me ayudó”
Jesús Álvarez, director de la segunda división del club, fue quien ayudo a Negrete para tramitar su carta que lo liberara de Cruz Azul y pudiera probar suerte en otro equipo. Llegó al Inter de Acapulco, regresó a sus tierras natales para continuar con la búsqueda de su debut en primera división.
Solamente jugó media temporada y volvió a ocurrir lo mismo que en Cruz Azul, en la institución no había suficientes oportunidades para emprender una carrera profesional. Cuando Manuel Negrete estaba por firmar un contrato con un nuevo equipo apareció la puerta que lo llevó con los universitarios.
“Ahí son las oportunidades, había aun equipo que había ascendido a la segunda división, me iba a pagar tres veces más que el Inter de Acapulco y fue ahí que llegó la oportunidad con Pumas”.
El canterano universitario dijo que abandonó un contrato que ya había apalabrado y se inclinó por los felinos capitalinos
“Mi decisión fue ir a entrenar a Pumas a una prueba, dejando un contrato que yo ya tenía en la mañana. Había quedado de irme a firmar con el equipo de segunda división; ya con mi boleto en mano me convencí de irme a Pumas. Rompí mi boleto de autobús y me fui a Pumas y a la semana me contrataron”.
De esta manera inició el legado del máximo goleador azul y oro.
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