Desde la dinastía Qin (221 a.c.) hasta la actualidad, el Kung Fu es una disciplina que fue mutando a través del tiempo y algunos matices se pueden apreciar como deporte bajo las empresas Ultimate Fighting Championship (UFC) y Mixed Martial Arts Federation (MMA), ya que organizan eventos de lucha como negocio.
Urijah Faber, ex luchador de la UFC, publicó en su cuenta de Instagram a un monje Shaolin ejecutando una patada a la cara de su oponente segundos tras haber comenzado la pelea. “No temo al monje que practicó 10.000 patadas una vez, pero temo al monje que practicó una patada 10.000 veces”, explicó el estadounidense como pie del video que llamó la atención de todo el mundo de las peleas.
El mismo fue filmado en el Templo Mayor de China y tiene dos años de antigüedad. La perfección con la que el protagonista ejecuta la maniobra es el resultado de años de entrenamiento bajo un régimen monacal en el denominado Bosque Joven. Desde 2010 fue declarado como patrimonio de la Unesco y los turistas puede pagar altas tarifas, que se usan para el mantenimiento del lugar, para poder ver de cerca el adoctrinamiento de los monjes.
Cada persona que tenga la fortuna de acudir a dicha escuela, tendrá de maestros a expertos de las artes marciales, cuyos valores y conceptos fueron transmitidos generación tras generación desde los comienzos del país. Una vez recibidos de la academia, los estudiantes tiene grandes ofertas laborales en actividades como empresas de seguridad, guardaespaldas personales durante espectáculos y hasta como profesores en otras escuelas del mismo rubro.
En un informe, la BBC reveló que la prueba final para una de las especialidades y lograr convertirse en monje Shaolin, el aprendiz debe poner ambos pies en un palo, soltarlo con las manos, y agarrar el palo antes de que toque el suelo. Todo un desafío que requiere concentración máxima y utilizar todos los conocimientos aprendidos durante el largo camino que suele durar años de aprendizaje.
Lamentablemente, en el circuito de UFC y MMA el Kung Fu cada vez tiene menos popularidad. En dichos eventos se destacan técnicas como el jiu jitsu brasilero, taekwondo, muay thai y karate. El nunca renunciar a sus raíces para tener mucha más repercusión a nivel mundial hace que la disciplina nacida en China sea cada vez más extraña de ver. Por eso mismo, los templos y monasterios son los únicos lugares donde todavía se vive la verdadera esencia del estilo de combate.
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