Lewis Hamilton consiguió otro hito en su campaña al lograr su pole positions número 100 en la Fórmula 1 y mañana largará adelante en el Gran Premio de España en el Autódromo de Montmeló, en Barcelona, en la cuarta fecha de la temporada. El inglés de Mercedes superó hace rato a los máximos dominadores de las clasificaciones, Ayrton Senna y Michael Schumacher. Romper los relojes el sábado implica el punto de mayor tensión y concentración durante el fin de semana, pero también es el mayor orgullo para un piloto: significa ser el más rápido de todos.
La actividad en pista arranca con las pruebas libres donde los equipos prueban elementos y variantes en los autos como por ejemplo suspensiones o qué modificaciones hacen a las cargas aerodinámicas como alerones delanteros y traseros. Una vez pulido todo eso debió haberse encontrado en el monoposto la puesta a punto necesaria para la tanda más importante: la clasificación que es la instancia donde según como terminen se armar la grilla de partida.
Ahí es cuando la máquina y el hombre están al ciento por ciento. Luego de haber conocido los límites del circuito en los entrenamientos, los tiempos –por lo general- se mejoran en la clasificación. Es donde se ganan las décimas de segundo necesarias para poder estar lo más adelante posible el domingo. Quedarse con el “1”, como se conoce al que logra el mejor registro, es una cuestión de honor para los corredores. Además de permitirle al autor de la pole positions largar adelante el domingo.
¿Qué sienten los pilotos a la hora de clasificar? La máxima adrenalina porque saben que en ningún otro momento del fin de semana van a ser más veloces. Puede pasar que en un entrenamiento los registros sean mejores, pero no habrá sido con la carga de tensión de una clasificación que es comparable al de una largada. Incluso los récords de vueltas en carrera entregan tiempos más altos porque el coche demuestra su desgaste con el correr de las vueltas, el asfalto está más sucio, por el tránsito en pista y por la lucha con otros competidores.
Los más destacados
A lo largo de la historia hubo algunos referentes de los días sábados. El primero de todos es Juan Manuel Fangio más allá de que él mismo reconoció que nunca fue un piloto espectacular. El objetivo del Chueco siempre fue ser consistente en carrera y sumar la mayor cantidad de puntos. Vaya si lo hizo, fue el primer quíntuple campeón mundial y recién 45 años más tarde Schumacher lo igualó.
Aunque el balcarceño gracias a sus 29 poles positions sobre 52 carreras presentes (largó 51), tiene un 55,77 por ciento de efectividad y es el mayor porcentaje en 71 años de historia de la F1. Se trata de una marca casi imposible de igualar por la gran cantidad de eventos que hay cada año, de hecho en 2021 habrá 23 fechas en lo que será el calendario más largo si la pandemia de COVID-19 lo permite.
Fangio, con muchas menos competencias, aún es el noveno con más poles positions, una menos que Nico Rosberg (206 competencias) y tres más que Mika Häkkinen (165).
Contemporáneo a Fangio y máximo rival suyo, Alberto Ascari, es el tercero en cuanto promedio de efectividad, pero con menos poles positions que el Chueco. El italiano marcó el “1″ en 14 oportunidades y disputó 33 eventos.
En la década siguiente el gran referente fue Jim Clark, considerado uno de los mejores pilotos de todos los tiempos. El Escocés Volador fue el dueño de los sábados durante varias décadas. En 33 ocasiones obtuvo el mejor crono con un total de 73 carreras. Su muerte en una carrera de Fórmula 2 en Hockenheim en 1968 truncó una gran trayectoria. Bicampeón mundial (1963 y 1965), para muchos era el indicado para igualar la cantidad de títulos de Fangio. El británico es segundo en la tabla de efectividad con 45,21 por ciento.
Hasta que llegó Senna, dueño de un culto a la hora de salir a clasificar. El tricampeón mundial brasileño (1988, 1990 y 1991) fue el hombre a batir con sus 65 poles positions sobre 162 carreras presentes (largó 161) y una efectividad del 40,12 por ciento (cuarto mejor promedio). Hasta el penúltimo día de su vida rompió los relojes y con un auto en el que no se sintió del todo cómodo como el Williams de 1994.
Todavía manda en dos ítems referidos a las poles positions:
Máximo número de forma seguida: 8 entre España 1988 y Estados Unidos 1989. Hamilton llegó a siete en fila, entre Mónaco e Italia en 2015.
Mayor repetición consecutiva en un mismo Gran Premio: 7 en San Marino, de 1985 a 1991. Todas en el Autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola, el circuito donde perdió la vida…
Cada vez que Ayrton salió a pista a clasificar experimentó una sensación donde estuvo más allá de la propia actividad. Su máxima expresión fue su pole en Mónaco 1988, donde con su McLaren MP4/4 fue el único que terminó por debajo del minuto y 24 segundos (1m23s998) y le sacó 1,4 segundos a Alain Prost (con un auto similar) en un circuito tortuoso, corto donde no es común esa diferencia. Ésa vuelta es considerada la mejor de la historia a la hora de clasificar.
Senna confesó que ese sábado 14 de mayo, debido a la exigencia que experimentó, estuvo de forma física arriba del auto, pero realidad se transportó a otro lugar: “Estaba en una dimensión diferente. El circuito para mí era un túnel, y yo solo iba, iba... Me di cuenta de que estaba mucho más allá de mi comprensión consciente. Estaba muy por encima del límite, pero aún pude encontrar más. Eso fue lo máximo para mí; no hubo lugar para nada más”, admitió.
En otro histórico trazado como Spa-Francorchamps, en Bélgica, en la mítica curva de Eau Rouge, Ayrton decía que “hablaba con Dios”. Es un sector donde ya en su época los autos de F1 llegaban arriba de los 300 km/h. Luego de una recta en subida, se toma una variante rápida donde se gira de izquierda a derecha en un instante. Al ser una trepada, uno de los pocos lugares que sobreviven de los trazados desde los años cincuenta, tal vez en ese diálogo “celestial” Dios le decía a Senna que no tenía obstáculos en la siguiente recta. Como si fuese su director deportivo.
Ayrton tuvo en las clasificaciones un gran porcentaje de la victoria del domingo. Su táctica era sencilla y letal: largar primero, mantenerse adelante en el giro inicial y empezar a hacer diferencia en la punta. Esto le permitió controlar sus carreras. Con un auto a la perfección como los que tuvo en sus años en McLaren, muchas veces él era la máquina y el coche solo un instrumento.
Pasaron 12 años para que alguien pudiera batir la marca de Senna. Fue Schumi en el Gran Premio de San Marino en 2006 cuando alcanzó su pole positions número 66. De hecho el Káiser luego sumó dos y pasaron once años para que Hamilton lo supere.
Hay una historia particular que le costó una pole al germano. Fue en Mónaco 2006 cuando tenía el mejor tiempo, pero a pocos segundos de que termine la sesión, Fernando Alonso mejoró los parciales, y podría haberle mejorado su registro. Schumacher hizo una maniobra extraña, paró cerca del muro de la última curva, y le impidió a Alonso lograr una eventual pole. Sin embargo, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) sancionó a Schumacher y lo obligó a largar último y el español partió primero. Schumi a 68 poles positions sobre 308 carreras, un 22,08 por ciento de efectividad (séptimo mejor promedio). No es el mejor porcentaje, pero se destacó por la cantidad de veces que dominó la clasificación y es el segundo detrás de Hamilton.
Al año siguiente Hamilton debutó en la F1 y su primer “1” en clasificación llegó el 9 de junio en el Gran Premio de Canadá, un día antes de conseguir también su estreno como ganador en la Máxima. El inglés siempre que tuvo el medio mecánico también fue contundente con las agujas. Lo demostró desde que Mercedes empezó a ser el equipo referencia en 2014 y tres años más tarde superó a Schumacher. Fue en el Gran Premio de Italia de 2017 cuando abrochó su 69ª pole positions.
El británico tiene su estrategia: no suele ser referencia los viernes ni tampoco en la última tanda libre del sábado. En esas salidas a pista se dedica a conocer los límites del circuito, poner a punto el auto y algo clave para él: ver hasta dónde llegan sus rivales. Ese sistema es de manual, pero difícil de plasmar. Incluso en los dos primeros cortes de la clasificación (Q1 y Q2). Es en la tercera y última instancia (Q3) donde aplica todo lo que tiene para ser el más rápido y plasmar el “1”. Hasta entrega suspenso porque su crono llega en el giro final y es ahí cuando aplica el conocido “Hammer time”. Su efectividad es del 37,03 por ciento: 100 PP en 270 carreras (quinto mejor promedio).
En el top diez de los que dominaron las clasificaciones lo completan:
-Sebastián Vettel (57/261 carreras: 21,84 %).
-Alain Prost (33/202: 16,34 %).
-Nigel Mansell (32/191: 16,75 %).
-Nico Rosberg (30/206: 14,56 %).
-Mika Häkkinen (26/165: 15,76 %).
LAS PERLITAS DE LOS SÁBADOS
Los más rápidos de la historia:
-Promedio de velocidad más alto: Hamilton (Mercedes) que en el Gran Premio de Italia de 2020 llegó a 264,363 km/h.
-Tiempo más bajo: Valtteri Bottas (Mercedes) en el Gran Premio de Sakhir de 2020 con 53,3 segundos, aunque cabe aclarar que fue en un circuito perimetral de 3.543 metros.
Mejor efectividad en un año:
-Nigel Mansell en 1992: 14 poles positions sobre 16 carreras, 87,50 por ciento. Con una menos en misma cantidad de carreras, Ayrton Senna (1988 y 1989) y Alain Prost (1993); 81,25 por ciento.
Más poles positions en un año:
-Sebastian Vettel: 15 sobre 19 carreras en 2011.
El más joven en marcar el “1”:
-Sebastian Vettel, en el Gran Premio de Italia 2008 con 21 años y 72 días.
El más longevo en conseguir el “1”:
-Giuseppe Farina, en el Gran Premio de Argentina 1954 con 47 años y 79 días.
Los únicos que debutaron en la F1 con pole positions:
-Giuseppe Farina, en el Gran Premio de Gran Bretaña de 1950.
-Mario Andretti, en el Gran Premio de los Estados Unidos de 1968.
-Carlos Alberto Reutemann, en el Gran Premio de Argentina de 1972.
-Jacques Villeneuve, en el Gran Premio de Australia de 1996.
POLÉMICA
Con la llegada de las carreras sprint o carreras clasificatorias, más allá de que sea una prueba en tres fechas de este año, implicará romper con la tradición de quien haga la pole positions largue primero en la carrera del domingo. En esos casos el que marque el “1” en la clasificación partirá adelante en la carrera sabatina y según cómo terminen se conformará la grilla del domingo.
Es cierto que largar adelante no garantiza la victoria, pero hoy puede ayudar a conseguirla en tiempos donde abundan las superaciones “artificiales” con el DRS (N. de la R: sistema que permite una mejor entrada de aire y le da más velocidad al auto que viene detrás) y con las paradas en boxes si un equipo es más rápido que otro. Aunque marcar el “1” todavía tiene su encanto y es un triunfo dentro del fin de semana. Porque significa que la escudería logró la puesta a punto en el auto y el piloto pudo aprovechar esa mejora para romper los relojes. Y se suma ese título intangible que es ser el rey del sábado y domar la velocidad de un coche de F1.
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