Fue instantáneo. Al sonar el pitazo inicial del duelo entre New York Rangers y Washington Capitals en el mítico Madison Square Garden, los jugadores empezaron a repartirse golpes de puño. Hubo hasta seis peleas en los primeros cinco minutos, incluyendo un triple combate en el momento que los árbitros dieron comienzo a este extraño partido en la National Hockey League (NHL), la liga estadounidense de hockey sobre hielo.
Ninguno de los jugadores le dio importancia al juego, directamente se enfrascaron un distintas peleas. Todo esto a causa de que Tom Wilson lesionó a Artemi Panarin la última vez que estos dos equipos se enfrentaron.
Nic Dowd, Carl Hagelin y Garnet Hathaway de los Capitals se pelearon al inicio contra Kevin Rooney, Colin Blackwell y Phillip Di Giuseppe de los Rangers. Al concluir estos enfrentamiento, sin que se cumpliera ni un muno, Brendan Smith se lanzó a pelear contra Tom Wilson. Casi llegando a los cinco minutos de juego, hubo otra pelea múltiple, con Lars Eller contra Ryan Strome y Michael Raffl contra Anthony Bitetto.
Al finalizar el primer periodo, las sanciones a los jugadores por las peleas sumaron los 100 minutos, 15 de ellos cobrados al jugador Tom Wilson. La zona de penalidades estaba abarrotada de jugadores y lógicamente no se marcó ni un gol, ya que los protagonistas ni se preocuparon por el puck, directamente se quitaban los guantes y empezaban a combatir.
La bronca entre ambos equipos viene desde el pasado lunes, donde también encontronazos generalizados pero Wilson cruzó los límites. Le pegó deslealmente en la nuca a Pavel Buchnevich y después tomó del pelo a Artemi Panarin, otro jugador de los Rangers, tirándolo al suelo de espaldas y golpeándolo de forma antideportiva.
Tom Wilson fue multado con USD 5.000, el máximo permitido por el convenio colectivo de trabajo de la NHL. Una sanción que fue muy criticada por que su Panarin se quedará sin jugar por lo que resta de temporada. De hecho, Wilson no estuvo entre los titulares, pero en cuanto puso un pie en la cancha lo buscaron para pelear directamente.
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