Cada vez falta menos para la realización de Juegos Olímpicos de Tokio, pero la pandemia de coronavirus no da tregua. El COVID-19 sigue siendo una preocupando mayúscula para la población mundial y sobre todo la japonesa, por lo que el Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que ha llegado a un acuerdo con los laboratorios Pfizer y BioNTech: donarán vacunas para los atletas y delegaciones participantes.
El anuncio se hizo a través ambas partes este jueves. Ambas empresas, cuya inyección domina las campañas mundiales de vacunación, anunciaron que “coordinarán con los comités olímpicos nacionales en todo el mundo” las primeras entregas de vacunas, que comenzarán a fines de mayo.
Estas dosis se sumarán a las entregas ya previstas como parte de los pedidos realizados por los gobiernos nacionales o la iniciativa internacional Covax, y la intención es que la delegaciones participantes reciban su segunda dosis antes de llegar a Tokio, sede de la competencia que se llevará a cabo del 23 de julio al 8 de agosto.
Si bien desde el COI siempre excluyeron hacer obligatoria la vacuna, animan desde hace meses a un máximo de participantes a vacunarse. Al ponerse la dosis, el alemán Thomas Bach, presidente del organismo, dijo que los deportistas “pueden enviar un poderoso mensaje de que la vacunación no es solo una cuestión de salud personal, sino también de solidaridad y consideración del bienestar de los demás en sus comunidades”.
“Es otro instrumento en la caja de herramientas de medidas que ayudarán a hacer de estos Juegos Olímpicos y Paralímpicos un evento seguro para todos los participantes, mostrando al mismo tiempo nuestra solidaridad con nuestro anfitrión”, agregó Bach.
Se espera que Japón reciba unos 11.000 atletas, aunque un número considerable de ese total ya recibió al menos una dosis de una de las vacunas contra el COVID-19 o tiene la promesa de recibirla. Más allá de eso, el acuerdo con Pfizer y BioNTech representa un elemento fundamental para la realización de los Juegos mientras varios departamentos japoneses se encuentran en estado de emergencia.
El 11 de marzo, el COI había anunciado que compraría a China sus “dosis adicionales de vacunas”, en una primera tentativa para proteger a los atletas. Pese al esfuerzo para realizar el evento con la mayor normalidad posible, las autoridades niponas ya decidieron prohibir la llegada de espectadores desde el extranjero. Los organizadores todavía se plantean la opción de celebrarlos a puerta cerrada por primera vez en la historia.
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