Luca Vildoza se convirtió en el tercer argentino en sumarse a la presente temporada de la NBA, siguiendo los pasos de Facundo Campazzo (Denver Nuggets) y Gabriel Deck (Oklahoma City Thunder). El base argentino, de 25 años, dejó Baskonia para incorporarse a los New York Knicks, franquicia con la que firmará contrato por cuatro años.
Para que el ex Quilmes de Mar del Plata desembarcara en la liga de baloncesto más competitiva del mundo, el equipo de NY tuvo que pagar la cláusula de salida, que ascendía a casi dos millones de dólares. Sin embargo, de la tesorería de los Knicks sólo salió la mitad -el tope que le permite pagar la NBA-; la otra parte corrió por cuenta del jugador, que luego la recuperará a partir de sus ingresos.
Es que Vildoza percibirá 13.6 millones de dólares por cuatro temporadas. Pero tres de ellas no están garantizadas: sólo tiene la certeza de que cobrará completa la primera, que es la que está en curso (a los Knicks le quedan seis partidos de la fase regular más los playoffs). Se trata de USD 3.5 millones. Luca se trasladará a Estados Unidos, transitará los días de aislamiento y cumplirá con la serie de testeos que marca el protocolo, y a partir de ahí podrá entrenarse y jugar.
Y New York se asegura probarlo, seguirlo luego en los Juegos Olímpicos, de los que participará con la casaca de Argentina; y verlo en el training camp, para después definir si lo mantiene en el roster y le abonan el segundo año. Si el armador albiceleste lo consigue, será porque se lo ganó en cancha, con el mismo tipo de acuerdo que el Tortu Deck en el Thunder. Y si no lo logra en el Madison Square Garden, puede sostenerse en la NBA con otra franquicia que tiene la chance de observarlo en vivo y en directo, batallando con los mejores.
Vildoza ostentó un marcado crecimiento con el Baskonia en las últimas temporadas, a punto tal de ser elegido el MVP de la Final de la Liga ACB 2020, donde su equipo obtuvo el título tras superar al Barcelona por 69-67 con 17 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias de Luca. Su promedio en la temporada actual del certamen español es de 10,9 puntos y 3,7 asistencias, en aproximadamente 23 minutos por presentación. Su estilo elegante y osado llamó la atención a los Knicks, que ya tuvieron en Pablo Prigioni a un base argentino.
El marplatense, de 1.91 metro de estatura, apareció en el básquet profesional en 2011 con la camiseta de Quilmes de su ciudad, pero sin dudas su participación en el subcampeonato de Argentina durante el Mundial 2019 le permitió terminar de forjar su personalidad deportiva. Con unos 16,5 minutos por encuentro, promedió 5,8 puntos, 1,5 robos y 1,4 asistencias, con un 32% en tiro de tres y 55% en lanzamientos de dos.
En 2013, por las lesiones, estuvo a punto de dejar el básquet. Pero su empuje y fuerza de voluntad pudieron más. Y alcanzó el gran sueño de llegar a la NBA, competencia que miraba con pasión a través de la TV. “Tengo que dar el paso. Para mí es el sueño máximo. Era lo que proyectaba cuando era un niño y jugaba en la habitación de casa con mi padre. Quiero y necesito concretar la utopía”, escribió el base en una extensa publicación en su cuenta de Twitter.
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