La historia de la televisión mexicana tuvo un punto de inflexión total en la década de los 70, cuando Televisión Independiente de México (TIM) se fusionó con Telesistema Mexicano y nació Televisa en 1973, la empresa líder de medios de comunicación pública del país, que heredó el naciente proyecto del “Chavo del 8″ y comenzó su ascenso meteórico por México y Latinoamérica.
La serie impulsada por Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” en 1971 tuvo éxito desde su inicio, por lo que cuando la fusión de empresas se consumó, Televisa se encargó de mantener el extraordinario auge que tenía en países hispanohablantes y “El Chavo del 8″ se convirtió en el producto insignia de la compañía junto al “Chapulín Colorado”.
Entre las razones que le dieron éxito a la producción, una la protagonizó Ramón Valdez, quien interpretó el personaje de “Don Ramón” y que entre sus múltiples particularidades, la de su equipo favorito siempre llamó la atención en público.
Conocido por todos los fanáticos de la serie, el equipo predilecto de Don Ramón era el Necaxa, club que brilló en el fútbol mexicano amateur durante la década de los años 30 y que siempre estuvo identificado con las clases trabajadoras, principalmente por ser conformado por obreros de Luz y Fuerza del Centro en sus inicios.
Curiosamente “El Chavo del 8″, serie producida entre 1971 y 1980, coincidió totalmente con la segunda desaparición del Necaxa, pues entre 1971 y 1982, el equipo fue vendido por el dueño Julio Orvañanos y durante esa época adquirió el nombre de Atlético Español; entonces, ¿por qué Don Ramón apoyaba un equipo desaparecido?
La razón es simple y va acorde al personaje que interpretó Valdez en los años 70, pues en esa época, quien presumía ser fanático del Necaxa era directamente proporcional a ser una persona valiente, con fortaleza e incorruptible en sus ideales. Durante la década del “Chavo del 8″, se decía que quien le iba al Necaxa era un verdadero “macho” por mantener la afición sobre un equipo inexistente.
La gran afición del Necaxa durante la época intentaba hacer que el nombre prevaleciera en símbolo de resistencia, por lo que aunque algunos trasladaron su apoyo a los Toros del Atlético Español, la gallardía se demostraba con decir que se le iba al Necaxa.
Por esta razón, en múltiples escenas de la serie, el contexto de la famosa frase de Don Ramón “¡Yo le voy al Necaxa!” era en relación a que en su personaje existía pura “hombría” sobre cualquier otra cosa, siempre bajo el contexto social de los años 70 en México.
Incluso en alguna ocasión, el histórico futbolista ecuatoriano del Necaxa, Álex Aguinaga, fue invitado por RedGol para que explicara la razón por la que Don Ramón era fanático de los Rayos y ahí detalló para gran parte de Sudamérica el motivo de su frase.
La serie del “Chavo del 8″ dejó de transmitirse como programa completo en 1980. Dos años después, la empresa de telecomunicaciones Televisa adquirió al equipo y comienzan a labrar la nueva era de estabilidad en el club, aunque ya sin Don Ramón para presumirlo.
Una década después consiguen su primer título profesional y escriben su época de oro durante los años 90, en la que consiguen tres títulos de liga, uno de Copa, dos títulos de Concacaf e incluso un tercer lugar en el Mundial de Clubes, ya sobre el 2000 y con el cobijo de Televisa encima.
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