Fue el pasado jueves 29 de abril cuando se produjo la desaparición de Keishla Rodriguez, una joven de 27 años en Puerto Rico. A las pocas horas, su caso trascendió y tomó estado público luego de que se conociera que mantenía una relación amorosa extramatrimonial, desde hace más de diez años, con Félix Diamante Verdejo, quien poco tiempo atrás había sido catalogado como una las máximas figuras del boxeo mundial.
La última comunicación entre Keishla y su mamá, Keila Ortiz, fue en la mañana del miércoles 28 de abril, donde la joven le cuenta que ese mismo día el boxeador iría a verla para corroborar que estaba embarazada de él, quien mantenía una doble vida. Porque Félix Verdejo está casado y tiene una hija con su esposa actual, al mismo tiempo que desarrollaba una relación en secreto con Keishla, a quien conocía de la secundaria y desde entonces habían permanecido en contacto. Este fue el último diálogo entre madre e hija.
El día 30 de abril la joven debía presentarse a su lugar de trabajo en una estética veterinaria, pero no fue así. Salió de su casa y nunca llegó a su destino, provocando incertidumbre en sus compañeros quienes alertaron a su familia. Hora y media más tarde, su madre, hermana y padre se intentaron comunicar con ella sin éxito. Por lo que comenzaron a preocuparse. La madre de Keishla, quien no vive en Puerto Rico, sino que reside en Florida, compró un boleto y partió rumbo a la “Isla del Encanto”. Arribó cerca de las 18 horas aproximadamente y ni bien pisó tierra firme, fue directamente a una clínica de aborto ubicada en San Juan porque según aseguró Verdejo la amenazó con abortar al bebé que llevaba un mes en su vientre.
Según declaró la mamá de Keishla, él no quería estar involucrado por ser una “figura pública”. Ese mismo día también la madre visitó el departamento de su hija y notó algo que la extrañó: sus perros estaban sin comida. Al comprobar que sus vecinos no notaron nada llamativo, se dirigieron al cuartel ubicado en Caimito, Quintana, para notificarle a las autoridades la desaparición de su hija. De inmediato comenzó la movida vía redes sociales donde se solicitó la cooperación de los ciudadanos para dar con el paradero de la joven, volviendo el caso en un fenómeno viral. La policía tomó medidas más sólidas y emitió un alerta rosa para dar cuánto antes con el paradero de la joven de 27 años y amante de Félix Verdejo.
Asimismo, los padres y la hermana de la joven ofrecieron declaraciones a Telenoticias responsabilizando a Verdejo por la desaparición de Keishla. “¿Qué pienso yo? Él (Verdejo) la citó a ella donde él estaba entrenando. Que hable y que diga, porque él tiene una hija y tiene una mamá, que piense en mi dolor”, mencionó la progenitora de la joven en un estremecedor mensaje para el boxeador. Posterior a ello, las autoridades encontraron el vehículo de la joven en un terreno de la zona de Canóvanas. En el auto se hallaron pertenencias de la joven, pero nada más relevante que aporte a la causa.
Luego de ser citado por la Policía, Verdejo llegó al Centro de Investigaciones Criminales de San Juan y tras casi 30 minutos en sala con las autoridades, no emitió declaraciones. “No podemos decirles nada porque nosotros no tenemos nada de información. Félix Verdejo no le dijo nada a la Policía”, expresó el director de la Oficina de Prensa de la Policía, el sargento Axel Valencia.
El 1 de mayo, a dos días de que notificaran la desaparición, pasado el mediodía, encontraron el cuerpo sin vida de una mujer en la Laguna San José. Poco a poco, la investigación comenzó a girar en torno a Félix Verdejo, quien continuó siendo el blanco de críticas y escraches en las redes sociales. A todo esto, la empresa promotora Top Rank se desligó del boxeador puertorriqueño y se solidarizó con la familia de la víctima. “No hay planes para él”, dijo el sábado, Gardy López, portavoz de la empresa en Puerto Rico. “(Bob) Arum y los demás están al tanto de la situación, pero no había planes para Félix. Más allá de eso, Top Rank no tiene otros comentarios”, agregó.
Ese mismo sábado, pese al hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer, continuaban con la búsqueda de la joven. En la tarde, alrededor de las 18 horas, los restos encontrados en el lago fueron trasladados a las Fuerzas de Unidad de Rápida Acción (FURA) ubicada en Piñones. Hasta allí se dirigió para reconocer el cuerpo la familia de Keishla. Horas más tarde, se confirmó lo que se temía: efectivamente era el de la joven de 27 años. Automáticamente, una incalculable presión mediática comenzó a dirigirse hacia Félix Verdejo, quien recibió todo tipo de agravios en su cuenta de Instagram.
En la madrugada del domingo, la policía secuestró el vehículo de Félix Verdejo. ¿El motivo? Es que tras el análisis de una serie de videos, coincidía que la Dodge Durango del boxeador tenía un gran parecido con la que pudieron captar en imágenes desde el Puente Teodoro Moscoso. Todos los caminos iban dirigidos hacia una sola persona. Poco tiempo después, la policía se puso en contacto con un testigo protegido, quien habría formado parte del aberrante hecho. De esta manera, la fiscalía llegó a la hipótesis de que Félix Verdejo no actuó sólo, sino que contó con un cooperador. La investigación giró en torno a las llamadas de Verdejo y la joven asesinada y en todo lo que pueda estar relacionado a ambos.
Por la tarde, un gran grupo de manifestantes se aglomeró en el puente Teodoro Moscoso para pedir justicia por las muertes recientes con claros tintes de violencia de género. Al mismo tiempo, el FBI tomó acciones y se puso al frente de la investigación. Con un sospechoso bajo la mira, el caso estaba a punto de resolverse. Sin embargo, el acusado aún era mantenido en el anonimato. Hasta que por la noche del domingo, el boxeador Félix Verdejo decidió entregarse a las autoridades. De acuerdo con la denuncia realizada ante el tribunal federal, el FBI lo acusa de carjacking (robo de vehículo) que resultó en la muerte de una persona y de un secuestro. También incluyó una denuncia por asesinar intencionalmente a un menor por nacer.
La hipótesis de la fiscalía federal
Según se desprende del informe federal, de acuerdo a lo dicho por la persona que cooperó con las autoridades policiales, el 27 de abril Verdejo “contactó al testigo y le solicitó ayuda para terminar con el embarazo de la víctima, quien le dijo a Verdejo que ella estaba embarazada de su hijo basado en el resultado de la prueba”. Luego, el 29 de abril, Verdejo contactó a la víctima y “arregló” para encontrarse cerca de la residencia de ella. Verdejo y el testigo condujeron para la reunión en la SUV Dodge Durango negra, agrega la denuncia federal. La víctima llegó a la reunión en su vehículo, que era un Kia Forte color gris y se subió en el vehículo de Verdejo.
“Después de la conversación entre Verdejo y la víctima en el vehículo de Verdejo, Verdejo golpeó a la víctima en la cara y le inyectaron una jeringuilla llena de sustancias compradas en un punto de drogas (el residencial Llorens Torres)”, indica la declaración jurada. “Verdejo y el testigo entonces amarraron a la víctima por los brazos y pies con un cable”, detalló, a lo que agregó: “Un bloque fue amarrado a la víctima”. Asimismo, indica que Verdejo y el testigo condujeron los dos vehículos hacia el puente Teodoro Moscoso. Allí, “la víctima fue removida del vehículo y lanzada por uno de los lados del puente al agua. Verdejo le disparó a la víctima con una pistola desde el puente”.
El accionar de las autoridades fue desde un principio sumamente veloz e inteligente. Al día de hoy, al boxeador le incautaron dos armas de las cuales tenía el permiso correspondiente para corroborar si una de ellas las utilizó para dispararle a la víctima. La conmoción generada por el caso llegó a tal punto que el artista Bad Bunny, que en su álbum X100PRE contaba con un tema donde aparecía el boxeador, la borró de las redes por respeto a los familiares de la joven.
Félix Verdejo (27-2, 17 nocauts) representó a Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de 2012, el mismo año en que pasó al profesionalismo en la división de peso ligero. Su carrera se vio afectada temporalmente luego de sufrir un accidente de motocicleta en 2016 que lo mandó al hospital. Pocos años atrás, el Diamante era considerado una de las máximas figuras del boxeo mundial y latino con una proyección a futuro muy grande. Casi todas las fichas del promotor Bob Arum estaban puestas sobre él. Tiene 27 años, en su combate más reciente salió derrotado y de ser una gran figura y apuesta del boxeo puertorriqueño comenzó a ser un dolor de cabeza por su comportamiento abajo del ring. Este caso, en el cual está implicado, marcará, seguramente, el fin de su carrera.
El caso ha generado indignación en Puerto Rico, donde recientemente se encontró el cuerpo calcinado de una mujer tras presentar una denuncia por violencia doméstica, misma que fue desestimada por un juez. Un magistrado de la Corte Suprema anunció una investigación de ese fallo. El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, dijo en relación a los hechos recientes de violencia en la isla que reitera su “compromiso con la lucha contra la violencia de género y con continuar poniendo la acción y los recursos donde está la palabra”, a la vez que reveló que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) ha reducido la asignación destinada a la lucha contra la violencia de género.
“Es crucial que mantengamos este nivel actual de atención al crimen de violencia de género que tanta pérdida, consternación y angustia le trae a nuestra sociedad. No debe caber duda de que estamos en un estado de emergencia por violencia de género”, indicó en un comunicado. “El dolor, la rabia y la indignación que sentimos cada vez que somos testigos de un crimen de violencia de género tiene que mantenerse vivo en nosotros para que no descansemos en nuestra responsabilidad de proteger, prevenir y abolir este mal, así como hacer justicia para todas las víctimas. Cada día continuamos trabajando para crear una sociedad que valora la vida, que respeta la dignidad humana y rechaza la violencia en todas sus formas. Esta batalla tenemos que darla hasta ganarla”, sentenció.
El informe del FBI
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