En el año 2030 se cumplirá el centenario de una Copa del Mundo que podría llevarse a cabo en su lugar de origen: Uruguay. El país oriental tiene pensado relanzar su proyecto de organización mundialista junto a sus pares continentales Argentina, Paraguay y Chile, según detalló el medio local La Oral Deportiva.
El plan se conoció hace rato. Incluso durante un partido de Eliminatorias camino a Rusia 2018 Luis Suárez y Lionel Messi, referentes de sus seleccionados, posaron con una camiseta especial con el número 20-30 en el frente para potenciarlo. Mucha agua corrió bajo el puente desde ese entonces: cambios de autoridades gubernamentales, limitaciones de todo tipo por la pandemia del coronavirus y lanzamiento de otras candidaturas en diversos rincones del mundo.
Está definido que el Mundial 2026 se llevará a cabo de forma conjunta -por primera vez en tres países- en Estados Unidos, México y Canadá. Lo que restará resolverse es dónde se disputará el siguiente. Hasta el momento España y Portugal (podrían llegar a contar con la adhesión de Marruecos formando así una triple sede intercontinental) se anunciaron oficialmente como posibilidad, a la vez que Reino Unido (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte) sentó la misma postura.
Según informó el medio uruguayo, la visita de Alejandro Domínguez (presidente de la Conmebol) a Montevideo a mediados de marzo tuvo entre sus objetivos principales la reactivación de la candidatura sudamericana para el Mundial 2030. El pope del ente que rige al fútbol de este lado del hemisferio dialogó con autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol y el presidente de la Nación, Luis Lacalle Pou. En ese cónclave en el que surgió el acuerdo con un laboratorio chino que proveyó las 50 mil vacunas contra el COVID-19 que quedaron a disposición de la Conmebol para repartir entre las federaciones del continente se mencionó el resurgimiento de la candidatura para 2030.
El presidente de la Conmebol sabe de las buenas migas entre el gobierno uruguayo y chileno y tomaría un papel principal para asegurar la añadidura de Paraguay por su estrecha relación con el presidente Mario Abdo Benítez, a quien conoce de su adolescencia y con quien comparte ideales políticos. El hombre clave apuntado para enlazar a Uruguay y Argentina es el canciller Francisco Bustillo, quien fuera embajador en suelo argentino desde 2005 a 2010 y es cercano a Alberto Fernández, quien tuvo un desencuentro con Lacalle Pou en la Cumbre del Mercosur.
EL ROL DE CHINA EN LA CANDIDATURA SUDAMERICANA
Las relaciones diplomáticas entre Uruguay y China serían trascendentales no solamente para la banca en la elección de la sede del 2030 sino también para la de 2034. Fue de público conocimiento que el país asiático integraría una nómina compuesta también por Japón, Corea del Sur y Corea del Norte de cara al Mundial Centenario, aunque bien podría llegar a desligarse de esa puja para centrarse directamente en la próxima Copa del Mundo. De esta manera los chinos jugarían a favor de la candidatura sudamericana cuatripartita en 2030 y luego contaría con la retribución de las asociaciones de la Conmebol para la votación del 2034.
A lo lejos, asoma otro cuarteto compuesto por Bulgaria, Grecia, Rumania y Serbia, mientras que en caso de no sumarse a los países ibéricos, Marruecos estudiaría lanzarse con otros dos africanos como Argelia y Túnez. Da la sensación de que el Mundial 2030 quedará en manos de sudamericanos o europeos y la carrera en la FIFA ya se está corriendo.
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