La Superliga europea fue presentada el domingo como un certamen de elite del que participarían 15 clubes de primer nivel y otros cinco invitados que se clasificarían por su rendimiento en sus respectivas ligas. El torneo, que además prometía generar cientos de millones de dólares para sus fundadores, fue ideado a espaldas de la UEFA y de la FIFA y además fue recibido con críticas por entrenadores, futbolistas, ex jugadores y aficionados, motivo por el cual ahora se planea una renovación del mismo.
En este contexto, el sitio brasileño UOL sorprendió al revelar que el proyecto original no estaba diseñado para incluir solamente escuadras del Viejo Continente, sino además de otras partes del mundo. Es así que en 2019 hubo intenciones claras de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, de contarles la idea a tres clubes de Sudamérica.
Según el artículo, al enterarse de esto, Gianni Infantino, mandamás de la FIFA, advirtió de los peligros que esto significaba pero ofició de intermediario entre las partes. Es así que la Superliga quiso tentar a River Plate, Boca Juniors y Flamengo: “La reunión enfureció a los funcionarios de la UEFA y la Conmebol. Infantino explicó más tarde que la reunión se llevaría a cabo de todos modos y la FIFA podría ayudar a mediar en los acuerdos”.
La información fue aportada por fuentes anónimas del club brasileño que no indicaron cuál era la postura de los equipos argentinos, ni tampoco comentaron si en el plan había otros conjuntos sudamericanos incluidos: “Hubo conversaciones entre Flamengo y miembros de la Superliga. Según los dirigentes del club, los europeos mostraron interés en incluir al club en el proyecto de forma fija”. Sin embargo, lo que nadie imaginaba era que tiempo después el coronavirus se esparciría por todo el planeta y la pandemia impidió que esto se lleve adelante. Es por eso que los europeos decidieron lanzar su propio campeonato.
Además, UOL publicó que en diciembre de 2019, Gianni Infantino aprovechó para reunirse con dirigentes del Flamengo, esta vez en el marco del Mundial de Clubes, y les comentó sobre la ampliación de ese certamen que estaba craneando la FIFA y que aún no tiene fecha fija, pero cuya sede sería China. La suma de participantes en esa competición podía entonces de alguna manera desactivar el proyecto de los gigantes de Europa.
La otra revelación, que también fue publicada por el sitio británico Daily Mail, es que los 12 fundadores, al ver que por el calendario se les dificultaría los viajes a los equipos no europeos, querían crear Superligas en otros continentes: América del Sur, Asia y África. El objetivo era que en enero, varios de estos conjuntos se unieran en un Mundial de Clubes, cuyo formato sería diferente al organizado por la FIFA: playoffs con 32 clubes, 12 de ellos de la Superliga europea, el resto de otros continentes.
Finalmente, de los 12 fundadores más de la mitad renunciaron a la Superliga en cuestión de horas: Liverpool, Chelsea, Manchester United, Arsenal, Tottenham, Manchester City, Atlético de Madrid e Inter de Milan. Mientras que la propia Superliga en su último comunicado adelantó que reformarán el proyecto para ganar apoyo de los aficionados y del mundo del fútbol. Además, Florentino Pérez, cabeza del torneo, prometió aumento en ingresos para todos los clubes que no están incluidos en esta competencia, aunque en el contexto actual parece difícil imaginar que el plan funcione.
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