Una noticia generó gran impacto en el mundo de la NBA. LaMarcus Aldridge, que hacía unas pocas semanas había dejado los San Antonio Spurs para sumarse al equipo de estrellas que estaban conformando los Brooklyn Nets, anunció su retiro de la actividad por una anomalía cardíaca que le fue detectada.
“En mi último partido jugué con un latido irregular. Más tarde esa noche, mi ritmo empeoró y eso fue algo que me preocupó aún más. A la mañana siguiente, le conté al equipo lo que estaba pasando y estuvieron geniales llevándome al hospital para los chequeos. Si bien ahora estoy mejor, lo que sentí con mi corazón esa noche fue una de las cosas más temibles que he experimentado”, explicó el gigante de 2.11 metros que llegó a la mejor liga de básquet del mundo elegido por los Chicago Bulls en el puesto 2 del Draft 2006.
“Es por eso que tomé la difícil decisión de retirarme de la NBA. Durante 15 años he puesto al básquet por delante de todo, y ahora es momento de poner a mi salud y familia adelante”, agregó Aldridge, de 35 años.
Luego de su estreno en la competición, LaMarcus pasó nueve temporadas con la camiseta de los Portland Trail Blazers. En la franquicia del Oeste se transformó en uno de los mejores anotadores de la NBA, mostrando toda su capacidad en el juego interno y con un tiro de media distancia muy eficaz para un jugador de su estatura. En 2015, Aldridge pasó a los San Antonio Spurs donde compartió cancha con Manu Ginóbili y Tony Parker, en una elección clave que realizó Gregg Popovich para sumar a una pieza que reemplazara a la leyenda del equipo, Tim Duncan.
Tras cinco años y medio, el número 12 intentó cambiar de aire y junto a los Spurs acordó rescindir su contrato. Rápidamente, los Nets lo captaron para sumarlo a un equipo que tiene el claro objetivo de ser contendiente al anillo de la NBA en esta temporada de la mano del regreso de Kevin Durant luego de su lesión y con las llegadas de James Harden junto a Blake Griffin, sumado a Kyrie Irving, una superestrella de la liga.
En el afán de conseguir su primer título, el sueño de ser campeón de Aldridge duró sólo cinco partidos. El último fue el pasado 10 de abril frente a Los Ángeles Lakers.
“Estoy agradecido por todo lo que me ha dado este juego: los grandes recuerdos, incluidos los altos y bajos y las amistades que he hecho y las guardaré para siempre. Le agradezco a Portland por elegir en el Draft a un niño flaquito de Texas, por darme la oportunidad. La ciudad de Portland me ha dado años inolvidables y siempre estará en mi corazón. Quiero agradecer también a los Spurs por recibirme en su familia y darme 5 divertidos años. Y por último, quiero agradecerle a Brooklyn. Me querían por mí mismo. En un juego que está cambiando mucho, me pidieron que llegara y haga lo que yo hago, lo que fue bueno para escuchar. Lamento que no durara mucho, pero definitivamente me divertí siendo parte de ese grupo”, escribió LaMarcus en el fragmento final de la carta que publicó en sus redes sociales.
“Nunca se sabe cuándo algo puede llegar a su fin, así que tienen que asegurarse de disfrutar todos los días. Realmente puedo decir que yo hice eso”, fueron las palabras finales de Aldridge, un jugador que quedó a un paso de superar los 20.000 puntos en la NBA (19.951) y que fue siete veces elegido para jugar en el All Star Game.
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