Hace aproximadamente un mes, el ex arquero Iker Casillas y la periodista Sara Carbonero dieron a conocer, a través de un mensaje en redes sociales, su ruptura. Ahora, los medios españoles revelaron detalles del acuerdo del divorcio en el que, según adelantaron, hubo velocidad para cerrarlo por la buena predisposición de ambos, quienes pese a la separación tienen una gran relación.
“Tanto Iker/Sara como yo nos sentimos enormemente orgullosos de la familia que somos y de haber podido compartir un amor que nos ha llenado de felicidad durante todos estos años de unión. Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos, pero no lejanos, puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho. Es un decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo”, explicaron a través de sus cuentas personales de Instagram a principios de marzo.
Tal y como publicó la revista Semana, será Carbonero quien se quedará con los niños, Martín, de 7 años, y Lucas, de 4, mientras que Casillas se quedará en un apartamento de lujo, en el que ya se encuentra plenamente instalado. Se trata de un ático de más de 300 metros metros cuadrados al que no le falta detalle. Además de 4 dormitorios y otros tantos baños, la luminosa vivienda - valorada en más de 1,7 millones de euros - cuenta con seis terrazas y piscina privada. En una urbanización privada situada también en La Finca, como el domicilio conyugal, Iker ha adquirido está propiedad para estar cerca de sus dos hijos, a los que cada mañana lleva al colegio.
Una casa de soltero de lujo en la que el ex futbolista del Real Madrid ya hace vida normal, entrando y saliendo con su coche y conociendo a sus nuevos vecinos, con los que se ha parado a charlar en varias ocasiones en los últimos días, según informó la revista.
Esta mudanza se produjo coincidiendo con el divorcio de Iker y Sara, que desvela que su ruptura no tiene vuelta atrás aunque su relación sigue siendo cordial. Así, como publica la revista Diez minutos, la expareja firmó de mutuo acuerdo los papeles de su divorcio el pasado 6 de abril en los juzgados de Pozuelo de Alarcón. La periodista se ha quedado con la custodia de los pequeños, aunque el ex portero, que correrá con los gastos de su educación, podrá verlos siempre que quiera, puesto que el régimen de visitas es de lo más flexible.
A principios de año, Sara Carbonero había desmentido a la prensa española los rumores de separación, pero ahora, la realidad salió a la luz, despejando los rumores para transformarlos en realidad. Fue la revista Lecturas la que ofreció algunos detalles de la ruptura del ex futbolista y la periodista. De acuerdo con ese medio el matrimonio decidió de mutuo acuerdo tomar caminos separados por un fuerte desgaste en su relación, como confirmó luego el comunicado que emitieron en marzo.
Fuentes cercanas a la pareja comentaron: “Ellos se tienen mucho cariño, pero se les acabó el amor. Aún así no iban a separarse. No lo veían necesario por ahora. Aunque ya no funcionaban como pareja y simplemente convivían juntos por el bien de la unidad familiar, no pensaban separarse”, en declaraciones que siguieron con ese tono: “El respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre. Nuestra prioridad es, desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable”.
Carbonero e Iker llevaban 11 años de relación, con aquel recordado beso en el Mundial de Sudáfrica que confirmó el romance ante el mundo. Concretaron su amor, con una boda en secreto el 20 de marzo de 2016 con la única presencia de su hijo Martín, cuando Carbonero estaba embarazada de Lucas.
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Con información de agencias