Hace solamente un par de semanas, el mundo quedó deslumbrado al viralizarse un video de un niño llamado Teodor Davidov, quien a sus 10 años muestra que es capaz de hacer algo jamás visto en la historia del tenis: cambiar la raqueta de mano y jugar sin necesidad de golpear de revés. A raíz de esto, su padre ha revelado algunos de sus secretos.
En una entrevista por videollamada con el diario inglés The Guardian, Kalin Davidov ha reconocido que la razón por la que instó a su hijo a utilizar ambas manos para jugar no están ligadas a ninguna estrategia de juego, sino a cuestiones filosóficas.
“Cuando Teo estaba a punto de cumplir ocho años, decidí que iba a empezar a jugar con la mano izquierda para afectar a su hemisferio derecho del cerebro. Es demasiado extrovertido, demasiado fogoso, un poco desequilibrado, así que sólo quería afectar al hemisferio derecho de su cerebro, utilizando la parte izquierda de su cuerpo”, explicó Kalin, quien jugó al voley y al tenis en su juventud, y ahora es licenciado en educación física y entrenador de tenis, además, tiene un máster en alto rendimiento deportivo.
El padre del pequeño Teodor Davidov profundizó su explicación y dejó en claro que la habilidad de su hijo no responde a aspectos estrictamente deportivos: “También está impulsado por la filosofía. Estoy en la medicina china, hacemos el equilibrio del yin y el yang todo el tiempo, hago el tratamiento de equilibrio con mis agujas. Me gusta el yoga, la actividad de las fosas nasales derecha e izquierda y todo eso, así que el equilibrio entre el hemisferio izquierdo y el derecho es crucial.”
Este hombre búlgaro, que llevó a su familia a Colorado (Estados Unidos), rápidamente se dio cuenta de todas las ventajas que había generado en su hijo Teo al motivarlo a jugar con ambas manos. Un estilo de juego que consigue confundir a sus rivales, pero además lo beneficia físicamente.
“Ahora la carga se separa uniformemente cuando juega con el tenis ambidiestro, utiliza sus articulaciones un 50% menos, hombros y codos y muñecas, e incluso si se lesiona, puede simplemente cambiar a la otra mano y seguir haciendo un entrenamiento completo”, argumenta Kalin, que está casado con Elena, quien compitió en buceo y estudió fisioterapia. Ambos estudiaron medicina china y han pasado un tiempo en la India estudiando yoga, ahora tienen una clínica en Denver.
Lógicamente, según palabras del padre del niño a la prensa británica, el desarrollo de ambos perfiles requiere mucha práctica. El pequeño Teodor Davidov entrena entre 30 y 40 horas semanales, tanto dentro como fuera de la pista. Sin embargo, Kalin dice que alienta a su hijo a “utilizar el tenis como una forma de crecimiento espiritual”.
De hecho, no es el único deporte que practica. También hace esquí, senderismo, fútbol, tenis y baloncesto, y toca “un poco” el piano.
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