Ebanie Bridges se convirtió en una de las protagonistas del fin de semana en lo que al mundo pugilístico se refiere. La australiana de 34 años se enfrentó a la británica Shannon Courtenay por el título vacante de peso gallo de la Asociación Mundial de Boxeo Femenino (WBA).
Sin embargo, su historia comenzó a hacerse más conocida mundialmente antes de que se subiera al cuadrilátero del SSE Arena, más precisamente desde el momento en el que se presentó al pesaje previo a la contienda.
Es que Bridges se paró en frente de la báscula en lencería y las imágenes recorrieron el mundo, despertando admiración y críticas por igual. Incluso la propia rival se había pronunciado al respecto de forma negativa: “Se dice que quieren que el boxeo femenino tenga una audiencia mayor, yo también lo deseo, pero por otra clase de razones”.
“Hay mujeres que lo dieron todo para llegar a donde estamos ahora las boxeadoras y no para que tengamos que hablar de ropa interior. Tengo una hija de 14 años y quiero hablar de mi trabajo, del boxeo, no de lucir el cuerpo”, agregó Courtenay.
Finalmente llegó el día y La bombardera rubia entraba a escena con la canción “Barby Girl” sonando de fondo. Bridges pisó el cuadrilátero con un favorable historial de cinco victorias en la misma cantidad de apariciones y con el cinturón de la categoría supergallo en su poder.
Pero esa racha se terminó cortando después del feroz combate que protagonizaron ambas boxeadoras. Pese a que Courtenay era la favorita en las apuestas, la australiana salió decidida y dominó durante los primeros dos asaltos. Incluso llegó a marcar el rostro de su oponente.
Poco a poco, y con el correr de los rounds, la británica se fue adueñando de los flashes a tal punto que estuvo cerca de mandarla a la lona en el sexto, sin embargo, la pelea se extendió hasta el décimo y todo terminó en las tarjetas.
Sobre el final, y antes de anunciar el triunfo de la inglesa por decisión unánime (97-94, 98-92 y 98-92) el presentador pidió un fuerte aplauso para las luchadoras ya que habían dado un gran espectáculo (podría ser considerado como una de las peleas del año).
Aunque las secuelas fueron graves para Bridges, que terminó con su ojo derecho muy hinchado, acabó satisfecha: “¿Qué puedo decir? No pude ganar el título, pero luché con todo mi corazón. Felicidades a Shanny. Se necesitan dos para bailar el tango y realmente espero que lo hayamos hecho. Dije que lo haríamos y demostré que las mujeres bonitas también pelean duro. Espero que haya sido entretenido”, escribió en su cuenta de Twitter.
De ser criticada a respetada. Los fanáticos se pronunciaron a favor en las redes sociales: “Cuando todo está dicho y hecho. Ambas brindaron una de las mejores peleas femenina de todos los tiempos. Respeto”.
“Mis respetos. Tremenda batalla”, comentó un usuario. “Todo mi apoyo a Ebanie Bridges por esas críticas de que es más una modelo que una boxeadora”, escribió un tercero. Incluso algunos seguidores expresaron su admiración por ella utilizando el hashtag “#blackeyechallenge”, en el que compartían una foto con el ojo negro “en honor a la guerra de anoche”. “Estoy bastante segura de que fue un cabezazo”, escribió la propia boxeadora en referencia a su lesión.
“El boxeo me gusta desde que soy muy pequeña. Sé mucho sobre boxeo, posiblemente más que muchos expertos. Me hubiese gustado dedicarme antes al boxeo pero cuando era pequeña, las mujeres no podían boxear en Australia y por eso me pasé al culturismo”, explicaba Briges en la previa a su sexta presentación a El Confidencial.
“Recibí numerosas críticas por mis pechos operados y por la lencería, especialmente por parte de las boxeadoras. Se puede ser femenina y boxear. Respecto a la lencería, me gusta verme guapa y además estoy acostumbrada a estar así frente al público por mi etapa como culturista”, sentenció.
SEGUIR LEYENDO