“Lance Armstrong es la mayor estafa. Con complicidad a todos los niveles. Recibió un trato especial”, afirmó días atrás el antiguo jefe de la Agencia Antidopaje Francesa Jean-Pierre Verdy en declaraciones al periódico galo Le Parisiene. “Muchos me dijeron que no debía abordar las leyendas, que me iba a encontrar solo. Pero si las leyendas se sustentan en algo... también creo que tenía un motor en la bicicleta”, agregó.
El ex directivo entre 2006 y 2015 aseguró que el estadounidense utilizó una ayuda ilegal para mejorar su rendimiento a nivel mecánico y ganar los siete tours de Francia de forma consecutiva (1999-2005), de los cuales terminó siendo desposeído tras admitir que se había dopado en 2013.
“Todavía tengo las imágenes en la cabeza de una etapa de montaña donde dejó a todo el mundo en el suelo. Al final de la etapa, llamé a todos los especialistas que conozco y no entendían cómo era posible su rendimiento, incluso con EPO (hormona natural proteica que aumenta la cantidad de oxígeno que llega hasta los músculos de los ciclistas). Algo andaba mal y todos los especialistas me decían lo mismo”, explicaba Verdy.
Ante esa acusación, que desarrolló más extensamente en el libro “Dopaje: mi guerra contra los tramposos”, fue el escritor y periodista Antoine Vayer el que tomó la posta y se dedicó a investigar exhaustivamente tamaña denuncia.
Fue así que, después de analizar varios videos de su participación en distintos años, el experimentado cronista encontró un polémico gesto que el estadounidense solía hacer en reiteradas ocasiones: cuando tocaba la parte trasera de su asiento, el ciclista aumentaba su cadencia y la velocidad de forma inmediata.
“¿Es el uso de un motor lo que explica sus 7.4 vatios / kg durante 9 minutos y 33 segundos por pedalada? Subiendo Alpe d’Huez después de 6 horas de esfuerzo, pasando antes por Madeleine y Glandon”, preguntaba Vayer, quien cubrió durante 23 años esa competencia, en su cuenta de Twitter.
El compacto de imágenes de distintas secuencias dentro del Tour dejó en evidencia al estadounidense y abrió un polémico debate. “¿Lance Armstrong es la mayor estafa del deporte?”.
El 12 de junio de 2012, la USADA acusó formalmente a Armstrong de usar EPO, transfusiones de sangre, testosterona y corticoides entre 1998 y 2011. El 22 de octubre de aquel año, la UCI hizo efectiva la sanción de por vida y lo desposeyó de los 7 Tours.
En enero de 2013 el oriundo de Texas admitió por primera vez haber tomado sustancias prohibidas en una entrevista con Oprah Winfrey. La conductora le mostró imágenes suyas del pasado, en donde tras ganar un Tour se lo dedicaba a los cínicos y escépticos porque, “para ganar, hay que trabajar muy duro”. En esa íntima conversación con la presentadora norteamericana, dijo que fue uno de los grandes errores que cometió en su vida.
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